Los gerifantes que la liaron, que con sus soberanas decisiones llevaron a este sistema imperfecto a la más perfecta de las ruinas, se van a marchar de rositas. Andan por ahí en sus yates surcando los mares de la impunidad como si tal cosa, aleteando sus palos de golf por encima de la ponzoña general. Cuando Europa, que es como Batman, un superhéroe sospechoso, dijo que iba a inyectar dinero a la banca, todos saltamos como resortes. Pero claro, viendo como Rajoy aseguraba que no iba a haber contraprestaciones y conociendo la tendencia a la mentira de nuestro presidente, se nos hizo la boca agua pensando en que por fin alguien iba a apretarle las tuercas a los macarras del patio. Y esperábamos el momento con incertidumbre. Y ese momento ha llegado, y aunque parecía imposible un requiebro semejante, el guionista económico de nuestra crisis deja en mantillas al mismísimo Alfred Hicthcok. Resulta que Europa va a exigir contraprestaciones a la inyección, pero no en el sentido que esperábamos, sino que va a obligar a las cajas nacionalizadas y a otras entidades a aligerarse de personal de campo. Vamos, que va a pagar el pato el cajero de la sucursal del pueblo que no sabía que cara ponerle a sus vecinos cuando le reclamaban algo de humanidad a la voracidad de sus jefes. Nos va a salir el hacha cara a los españoles y el careto de tonto que se nos va a quedar es de traca. Con nuestros impuestos vamos a pagar el despido masivo de nuestros compatriotas. Esto ya no es la pescadilla que se muerde la cola, sino el idiota que se arranca la polla. Vamos, que cornudos, apaleados y tenemos que subvencionar el bate de béísbol de quien nos brea. Además de enriquecer a los banqueros nos cargamos al cajero ¡ Viva la justicia social ! Nos están metiendo todo el Dow Jones por donde las preferentes pierden su casto nombre. Desde luego que cuando nuestros herederos estudien esta época no se si van a poder evitar descojonarse de risa. Yo lo haría.
29 de noviembre de 2012
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