Van a cumplir un añito dos gemelos de Barcelona que tienen de especial lo que tienen de especial todos los seres humanos: que son únicos. Pero ellos tienen algo más especial que el resto, si cabe. Su nacimiento y concepción fueron condicionadas y dirigidas por la ciencia ¿El motivo? eliminar la predisposición a sufrir un cáncer de colon hereditario no polipósico (HNPCC), como sufre su padre. Cuando a éste se le detectó el cáncer se le descubrió también la tendencia genética, y aunque los tratamientos para salvarle al vida le dejaron estéril, su doctor le animó a conservar esperma por si algún día quisiera ser padre. Así que estos dos niños son fruto, no solo del amor de sus padres, sino del enorme esfuerzo de centenares de científicos que interponiéndose a las telarañas de las caducas conciencias religiosas juegan a ser Dios y a corregir los destinos naturales para mejorar la vida de las personas. Ahora, estos rancios que recelan de las células madre y de todas esas investigaciones, que no juegan a tocarle las pelotas a su Señor de los cielos sino a salvar vidas, esos, dentro de unos años, deberían sentarse frente a estos niños, observar su lozanía, su colon en perfecto estado y preparado para trabajar durante décadas sin un riesgo seguro de sufrir un cáncer, y decirles que son un atentado contra la voluntad de Dios. Estos tipos de sacristía y sacrilegio deberían mirar a los ojos a estos niños y decirles que son los hijos del demonio, porque sus padres no aceptaron su destino más que seguro de haber sufrido una dolorosa muerte previo cáncer de colon. Si estos investigadores y científicos no están en realidad mejorando nuestras vidas con sus desvelos...que venga Dios y lo vea.
8 de noviembre de 2012
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2 comentarios:
De hijos del demonio, nada de nada. Tan hijos de Dios como todos los demás. A mí no me cabe duda.
Comparto la sensación de que mucho "meapilas" se olvida del segundo mandamiento: "no tomarás el nombre de Dios en vano".
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