No recuerdo como empezó la cosa, pero terminé explicándole a mi hijo mayor (ocho años) que su madre y yo éramos de izquierdas. Creo que la cosa empezó porque me preguntó que si a mí no me gustaba Rajoy, claro, y antes que explicarles cuestiones como que es un mentiroso y un político que raya la ineptitud con encomiable profesionalidad, me lo llevé al terreno futbolístico. Verás, hijo, esto es un poco como el Madrid Barsa, si eres del Madrid...pero de izquierdas y derechas ¿Y yo soy de izquierdas? Es muy pronto, le expliqué, para saber lo que eres. No quiero condicionar a mis hijos tan pronto, quiero que sean capaces de crear su ideología propia. Nosotros, como padres, debemos inculcar valores, ellos inclinarse a un lado o a otro. Además, traté de explicarle que, por suerte, hoy en día, dentro de un marco democrático, ser de uno o de otro no es necesariamente malo...ya sabéis, como padre uno tiene que mentir algunas veces en beneficio de sus hijos. Y por eso enumeré las muchas personas de nuestro entorno que eran de izquierdas y las que eran de derechas. Y lo reconozco, me costó mucho encontrar buenos ejemplos de la derecha. Porque claro, si la mitad de sus abuelos, casi todos sus tíos, casi todos los amigos de sus padres...somos de izquierdas ¿cómo explicarle que no es necesario que él se sienta ya de izquierdas? ¿Sabes una cosa, papá?- me dijo- yo también soy de izquierdas. Lo cuento como fue.
9 de noviembre de 2012
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1 comentario:
Entiendo tu postura , con mi hija tambien intento no influirla cuando me pregunta qué por qué no esta bautizada . Pero mi chico dice que los de derechas si adoctrinan a sus hijos desde pequeños haciendoles racistas por ejemplo . Enseñar valores no significa que influyas.
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