POSITIVISMO:
Es una corriente muy generalizada, no solo en los gurús de las redes, sino en mi entorno social más cercano. Ser positivo ayuda a que te salgan mejor las cosas. Pensar que puede pasar hace más probable que pase. Yo siempre les pongo el mismo ejemplo de que, normalmente, es un autoengaño (rentable, puede, como la gran mayoría de las mentiras que nos aceptamos). Diariamente hago un análisis territorial en dos niveles. Digamos que uno es muy intenso y casi nunca es leve, pero el otro puede ser que no haya ocurrido nada, que el análisis de cero y yo no tenga que revisarlo. El informe que me permite ver si hay diferencia tarda como un minuto en generarse. En ese tiempo yo estoy tentado de ponerme positivo. El tiempo apremia, si da cero me puedo ponerme con otros asuntos pendientes. Así que hago fuerza o me concentro, o llamo a la suerte o lo que sea. Pero es inútil. Porque la suerte ya está echada. Ese informe se cerró hace horas, aunque yo lo genere, para consultarlo, en ese instante, ya hace tiempo que la diferencia, o no, es real, de poco sirve que insista, que haga fuerza, que llame a la suerte. Ya está echada. Y en casi todo, tengo la impresión de que es así, la suerte está echada. Me creo la milonga de que ser positivo te ayuda a afrontar los retos...o no, eso dependa de cada uno. Me remito a mi teoría de los tiros libres, ya contada en este rincón, y el compañero que espera el rebote.
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