5 de agosto de 2022

 TEMPERATURAS:

Hay cosas que no entiendo. Si me conoces un poco, tu repuesta, pelín socarrona, bien podría ser ¿pero entiendes algo?

El caso es que se ha montado un revuelo, Ayuso mediante, con la ley de los termostatos. Como siempre que se toma una iniciativa gubernamental, la oposición ejerce de y se opone, con más o menos vehemencia, con más o menos criterio. No tengo elementos para cuestionar ni lo uno ni lo otro, pero como siempre, un par de preguntas. Un climatizador ¿no funciona inyectando aire frío o caliente en función de la temperatura que se le ha pedido que se alcance y mantenga? Lo digo porque lo que escucho entre los usuarios condenados a cumplir esta ley (lo siento, Ayusistas, es lo que tiene la ley) es que con esa temperatura, por ejemplo, en una cocina los cocineros se van a tostar y el género estropear. O que si hay mucha gente o poca gente no es lo mismo. Y no lo entiendo. Porque si tu le dices al termostato que ponga 28 grados, pues hasta que no tenga esos 28 grados no parará de inyectar aire frío. Y si hay gente moviéndose, o calor adicional, pues no llegará a esa temperatura nunca y siempre estará inyectando frío. De ahí lo de la puerta abierta, como entra el calor, la máquina siempre estará trabajando y por ende consumiendo. La otra pregunta viene de una costumbre bastante común, me incluyo, que nos invita a poner el termostato en verano a 22 grados, por ejemplo, pero en invierno a más de 25 ¿no deberíamos tener como objetivo, invierno o verano, la misma temperatura en nuestro espacio vital?¿por qué buscamos unos 22 grados en verano que nos harían llevar chaquetilla en casa en invierno? Que yo sé que jode que el gobierno nos imponga, pero es que ponemos muy poquito de nuestra parte. 

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