28 de julio de 2022

 CRISTIANO NO: 

Supongo que, aun viviendo mi madridismo como las hemorroides, en la intimidad, trasciende a modo de color del cristal con el que miro...el fútbol. Os cuento. Hay rumores, porque eso es la canícula futbolística, de un posible fichaje de Ronaldo, el delgado, no el bueno, que ya se retiró, por el Atlético de Madrid. Nada nuevo bajo el sol. Dos clubs, uno que no lo quiere, otro que parece que sí, un jugador con sus objetivos (deportivos, económicos, egocéntricos...) y un representante frotándose las cuentas en Suiza. Futbolbussines en esencia. Lo peculiar de todo esto es la ingenuidad de los pueriles aficionados (o parte de ellos) colchoneros, que en representación de un grupo de peñas han mostrado, pedido, exigido, no sé muy bien, que el club no entre en la liza por el jugador luso. Y lo hacen porque el perfil del profesional de la pelotita choca frontalmente con los principios del club. Y yo me pregunto, que es lo mismo que hacérselo a ellos ¿si te aseguraran que Ronaldo meterá el gol que da la Champions al Atleti firmarías esa solicitud a tu club?¿Renunciarías o no a tus principios atléticos por tener una orejona en tu memoria? Yo me acuerdo, en esto y en casi el cien por cien de los órdenes de la vida en los que entran en liza los principios, del ínclito Groucho: estos son mis principios, si no te gustan...¡tengo otros!

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