Ahora que termina el baile y la chica COI está a punto de decirnos, Madrileño, que no, cansino, que no, me he puesto ha pensar que tal vez lo que necesitamos es ofrecer una alternativa real, no más de lo mismo. Centrarnos en nuestro poderío, multiplicar nuestro potencial diferenciador. Así, por ejemplo, podríamos proponer pruebas atléticas alternativas en las que fuéramos una potencia. Ejemplos hay de muchos tipos: Carrera de obstáculos caninos, con la emoción que supone ver a los atletas correr con restos de chorongo en las zapatillas. Los 1.500 en doble fila. Imaginad a esos atletas saltando coches mal aparcados a toda velocidad ¿puede haber algo más emocionante y estético? De mani en mani, tratar de participar en el mayor número de manifestaciones en un sólo día. Carrera de orientación en suburbano en día de huelga. Maratón de oficinas de empleo. Tiro con arco al concejal. Lanzamiento de bolsa de basura, previamente depositada por algún generoso ciudadano en una farola. En fin.Ya que nos dan con los aros en las narices que al menos tengamos un poquito de estilo.
29 de marzo de 2013
28 de marzo de 2013
PESADILLA "VIBRATO"
Imaginad: una mano a un bolsillo. Un movimiento certero, pum, directo, casi una ejecución perfecta de un DO de percusión. La otra mano imita el gesto, polifonía desesperada. Después ambas, en sincronía, buscan los bolsillos inexistentes a la altura del pecho. Como si estuvieras viviendo una reencarnación del Macarena (aaaaaaaaay) ambas manos te palpan el culo. No hay suerte, allí no hay nada. Después, miras a un lado y a otro. Como un certero buscador de tesoros escaneas el entorno. Mientras tanto has dado una clara orden a tu cerebro: recuerda, coño, recuerda. Las neuronas, en formación, han escuchado la soflama: el líder quiere que busquemos el último lugar donde utilizó el móvil...vamos...¡ vamos ! ¿a qué estáis esperando? El centro de inteligencia manda una avanzadilla de élite a bucear en el pozo de los recuerdos recientes, mientras tanto en la zona de mando un estratega sugiere una solución alternativa: que llame al teléfono desde el fijo o desde otro móvil, pondremos en marcha la alerta auditiva y podremos encontrarlo por el sonido. El Estado Mayor en pleno se pone en pie y aplaude la brillante idea de la joven promesa neuronal. Entonces respiras aliviado, cruzas el pasillo y te acercas a ese objeto atediluviano que es el teléfono fijo, esa enorme carcasa sin pantalla táctil que te retrotrae inevitablemente a los tiempos del inigualable Gila. Mientras tratas de recordar tu propio número, tarea no siempre fácil, caes en la cuenta. Es el desatre total. La hecatombe, el acabose, el ríndanse sin remisión: lo tienes en silencio. Marcas, y marcas, y marcas, y agudizas los oídos con las esperanza de que esté en algún lugar elevado y la vibraciones hagan que termine por el suelo. Te dejas caer. Es el fin, sin guachapap no podrás vivir, no sabrás que tu cuñado está en Valladolid, que tu prima de Lugo se acaba de comer un filete de medio kilo y que el primo del pueblo encontró por fin la ruta para llegar a la Virgen en bicicleta. Son segundos de angustia, minutos de desesperación, hasta que llega tu pareja a casa y cuando estás a punto de contarle el fin del mundo te sonríe: oye, te dejaste el móvil en mi coche. Entonces la abrazas, y dos minutos después mandas un guachap: gracias por encontrarlo ¿Has dicho algo? te preguntará desde la habitación de al lado. No, nada, estoy con el móvil.
27 de marzo de 2013
LOS PROFES
Tenemos en el colegio de los peques un coordinador de la sección de baloncesto que está removiendo las conciencias futboleras. Ha preñado el patio de canastas de mini basket, mucho más accesibles a la mayoría de la población escolar, sobre todo a la que sigue correteando como loca en el patio. Tiene iniciativas variopintas con las que busca enganchar a la gente joven. Una de ellas fue grabar en la cancha de basket una versión colegial del Harlem Shake, que, desde mi humilde opinión, es el más garrafón de los virales conocidos hasta ahora. Amén de esta puntilla de cuarentón resentido, la idea me pareció buena porque allí se juntaron una treintena de chicos y chicas de entre ocho y quince años disfrazados para hacer el gamberro durante unos minutos, pero que tenían el sentido colectivo y un balón de baloncesto como nexo de unión. Había un par de profesores y no pocos padres. Nos costó mucho coordinarlos a todos, unos corrían para un lado, otros para el otro, los había que bailaban cuando no había que hacerlo, otros que eran estatuas cuando sonaba la música. Hubo que ponerse serios en algunos momentos, pero al final entendieron la idea y se pudo grabar el famoso video que ahora anda en fase de montaje. La verdad es que fue poco menos de una hora pero a mí, entre tanto chiquillo, tanto espera aquí, ponte allá, que no, que ahora no, que espera, que ya, que ahora si, sácate eso de la oreja o no le pongas la gorra en...se me hizo cuesta arriba y acabé agotado. Al día siguiente, tomando una café en el trabajo, un compañero reflexionó sobre lo bien que viven los profesores, ya sabéis, la retahíla de argumentos de siempre sobre sus festivos, horarios y vacaciones. Recordé la hora de la tarde anterior, lo estresante que puede ser enfrentarte a un grupo de niños o de adolescentes, y aunque no dije nada, poco dado a la polémica que soy fuera del blog, pocas vacaciones me parece que tienen, los profesores, digo.
26 de marzo de 2013
LA CASTA
Nunca defenderé al violencia. Ni moralmente, ni tan siquiera a nivel práctico. Soy de los que piensa que raro es el puñetazo que no vuelve. Pero la verbal, lo reconozco, en según que casos, me cuesta mucho ponerme serio, y hasta hago la vista gorda. Resulta que una política del PP, para más señas alcaldesa de un pueblo de Madrid, va a denunciar a un grupo de manifestantes por proferir contra ella y otros compañeros insultos y amenazas del tipo "ojala un cáncer te mate". Carmen Guijorro está indignada, y algunos políticos acojonados, y no les falta razón. Lo más patético de todo esto es que van a acudir al juzgado a interponer una denuncia. Una vez más nos encontramos con políticos endiosados, intocables, ajenos al sentir popular. La única respuesta que esta mujer debería haber dado era sentarse frente a unos micrófonos e intentar abrir los ojos a una casta política que pasa de todo y que no ve que a un pueblo que se le retuercen las pelotas tanto tiempo, tarde o temprano, sacará los pies del tiesto. Y aunque les estamos demostrando que nuestra paciencia tiene tintes de eternidad, yo no pondría la mano en el fuego. En lugar de eso busca manos negras al más puro estilo 11M, para escurrir el bulto y dar el salto de culpable a víctima sin despeinarse ni rascarse el bolsillo. En España tenemos una santísima trinidad de intocables, a saber: La Monarquía, los políticos y los futbolistas. Yo no digo que tengamos que estar a favor de ir a las puertas de las casas de nadie a intimidar, amenazar o agredir, pero, si ocurre, que la proporcionalidad sea la respuesta. Y no puede ser que insultar a un político pueda llevarte a la cárcel y robar indecentemente como modo de vida, joder a familas enteras con tus decisiones, sea cuestionable nada más que cada cuatro años. Si esto sigue así van a tener lo que se merecen, porque no seré yo quien mueva un dedo por defender la integridad física de quienes nos han llevado a un pozo profundo de miseria y corrupción. No, conmigo que no cuenten. Después, escuchas a la señora Cifuentes vincular a los grupos de protesta que nos rodean con ETA y te dan ganas, o de reírte o de unirte a la protesta y desear más de un cáncer. Ahora, tampoco me gusta la respuesta oficial de las plataformas aludidas, a lo nuestro, dudo que entrar en el juego y denunciar las sandeces expuestas sea otra cosa que entrar en el juego de desviar la atención de lo esencial. Son culpables, que no nos engañen con milongas ni nos dividan en luchas adyacentes. Que paguen.
25 de marzo de 2013
COJO DE UN OJO
Recuerdo que hace nueve años todo eran embarazadas. Mirara por dónde mirara no hacía más que encontrarme mujeres invadidas por una dulce vida latente. Las había de todos los colores (y supongo que de sabores) altas, bajitas, rubias, morenas...Pensaba que tenía una especie de imán, que las atraía o algo así. O que yo gozaba de una extraordinaria capacidad para encontrarlas, como si fuera una especie de Indiana Jones y mi Santo Grial una mujer en cinta. Después me di cuenta de que no, que lo mío era los carritos de bebé. Era salir con el mío a la calle y encontrarme con decenas de padres y madres llevando de paseo a sus pequeños. Pensé en esto ayer, justo cuando mi coche me avisó de que había algún tipo de fallo de iluminación. Así que imaginé que iba medio tuerto, y entonces empezaron a aparecer ante mí coches y más coches a los que le faltaba una luz, izquierda, derecha, delantera, trasera...la carretera estaba llena de coches tuertos. Y eso ocurre porque estamos cojos de un ojo, y siempre vemos lo que queremos o lo que nos inquieta. Si vas a ser padre tu especial sensibilidad para con tu futuro hace que contabilices embarazadas que siete meses antes hubieran pasado inadvertidas. Con el carro lo mismo que con la luz del coche, son tu problema y tu vida, y por eso empatizas con los demás. Me he puesto a pensar que tal vez veo a nuestra caterva de políticos y dirigentes varios con mi ojo cojo, y por eso me parecen tan mastuerzos y ladrones a partes iguales. Tal vez el problema no sean ellos, sino yo, que estoy especialmente preocupado. Pero después he abierto el periódico y qué va, ese no es el problema, a no ser que todos estemos cojos del mismo ojo...
24 de marzo de 2013
LAS PREGUNTAS DEL PEQUE
Estaban en la playa, entonces vino una hola, un tatami gigante, y se los llevó.
Sinópsis de "Lo imposible" por HUGO, cuatro años.
Sinópsis de "Lo imposible" por HUGO, cuatro años.
22 de marzo de 2013
LO PÚBLICO
El otro día iba con mi camiseta de "Escuela pública de todos para todos" cuando me encontré con un conocido. Me miró extrañado. Oye, me dijo, ¿no es curioso que vayas por ahí defendiendo la escuela pública y lleves a tus hijos a un colegio privado? Aunque la demagogia era evidente, le pedí que se explicara. Sí hombre, vas por ahí luciendo camiseta pero tú a tus hijos a un privado. La verdad es que no tenía razón, aunque tampoco se lo expliqué. Lo hago aquí, ahora. Llevo a mis hijos a un colegio privado porque su madre y yo nos sentamos en su día, con las cuentas y el corazón en la mano, y los colegios candidatos en la recámara, y no tardamos en decidirnos. Eso no quiere decir que con mis impuestos, esos que cada mes retrotraen mi nómina sin remisión (ni queja por mi parte), quiera que se hagan cosas buenas y para todos. Tampoco me han operado jamás, ni nunca he estado en un hospital ingresado, y quiero que los hospitales sean regentados por personal público, con amor por lo público y no a la billetera. Tampoco he pasado jamás por la carretera que une Teruel con Villaspesa y me gustaría que con mis impuestos esa carretera, como las demás, tuviera menos baches. No he puesto jamás una demanda, pero me gustaría que con mis impuestos se gestionara una justicia gratuíta y equilibrada. Nunca he llamado a los bomberos, pero me gustaría que con mis impuestos se mantuviera un personal y unas instalaciones contra incendios de calidad y con garantías ¿Sigo? Lo que si hice fue una pregunta: si tu no vas a un hospital público ¿por qué esperas que sea bueno? Por si alguna vez tengo que ir. Aunque sólo sea por eso, le dije, ya entenderás mi camiseta.
21 de marzo de 2013
PROTESTAR
Con el revuelo de los Goya y los actores ejerciendo su derecho a protestar, leí por ahí una crítica con carácter retroactivo que venía a decir que el mundo del cine carecía de legitimidad para la demanda ya que no evidenciaba esa protesta en la argumentación de sus obras. Criticaba que todavía la Guerra Civil fuera tema preponderante y ningún guionista o director se lanzara a criticar el tema de los desahucios, por ejemplo, con una película. El artículo estaba bien escrito y estuve a punto de caer en la tentación, o en la trampa, según se mire, y darle la razón. Pero después, en mi acostumbrado ejercicio empático, me puse del otro lado, el del creador. Me imaginé a ese tipo diciéndome si estás tan cabreado por la situación ¿por qué no escribes una novela sobre ello? Y yo, por ser educado, sé que le hubiera dicho que escribo de lo que me sale del vamos a ver como te lo digo para que no te enfades. En realidad ¿quién es él para decirme a mí de lo que tengo que escribir? O pintar, si fuera pintor, o guionizar, si fuera guionista. El arte sale de dentro, de escondrijos en los que duermen la realidad y la más pura fantasía, ambas hermafroditas que fornican si protección alguna y que paren al unísono obras que no tienen ni padre ni madre, y muchas veces, ni portátil que les ladre. Y después, si pese a estar media vida en Babia, que es el lugar en el que veranean las musas, tengo los pies en la tierra, soy un hombre (o mujer, según lo que me cuelgue) de mi tiempo y quiero protestar en un formato nada artístico y reclamar a mi modo un mundo mejor ¿carezco de la legitimidad que tiene cualquier hijo de vecino? De ser así solo Ken Loach podría levantar la voz en el mundo del cine. Seamos sensatos. Si nos gusta lo que reclama, el actor de turno es guapo, simpático, inteligente…si no nos gusta es un oportunista bien vestido. Así son las cosas, y si no que venga Dior y lo vea…
20 de marzo de 2013
COHERENCIA
Me gusta el fútbol. Sí, lo reconozco. Y no sólo practicarlo, o el de base. No, no, me gusta ese deporte de señoritos engominados y multimillonarios que viven en mundos paralelos donde se puede correr a 200 kilómetros por hora. Entono el mea culpa. Veo partidos por la televisión, soy aficionado (garrafón, todo hay que decirlo) de un equipo e incluso leo la prensa especializada, aunque sólo sea por la red. Es más, reconozco que raro es el día que no abro el periódico impreso por la parte de los deportes. Y el 99% de las veces la noticia es futbolera, así que algo tendrá el agua cuando la bendicen. Eso no quita que dentro de mi cabeza haya estructuras lógicas suficientemente estables como para llamar a las cosas por su nombre. Y esto es una vergüenza. En el mismo día, que ya es ironía, releñe, me entero de que el Estado ha decidido quitar la financiación para la formación a médicos especializados en transplantes a aquellas comunidades que no hayan cumplido con el déficit; y por otro lado que el Deportivo de la Coruña FC debe, entre otros, a la Hacienda Tributaria unos 93 millones de euros. ¡¡¡ 93 millones de euros !!! Vamos, que si un médico no sabe por donde coser un corazón transplantado no importa, con que el Depor pueda retener a Riki nos conformamos. Y lo siento por los aficionados deportivistas, y quien dice deportivistas dice mallorquinistas, murcianos, toledanos o de donde sea. Esto es intolerable. Vale que cuando las vacas son gordas la vista también se atrofia, pero ahora que andamos con la tijera que no hay derecho que se le resista ¿cómo es posible que exista este paraíso fiscal dentro de nuestras fronteras? No soy de medidas drásticas, pero llegados a este punto cada club debería sanear sus cuentas con el Estado o estar obligado a vender, no digo ya a los jugadores, sino los asientos, el césped y hasta la última grapadora del club para ponerse al día. Es vergonzoso. Y si la Liga se disuelve, pues que se lo hubieran pensado antes. Ya la refundarán con criterios más lógicos, que no es otra cosa que un campeonante de empresas. Lo que no es de recibo es que alguien que debe a Hacienda estas cantidades este verano haga fichajes. Y si no los hace, cuando venda un jugador ahí debería estar el cobrador de Hacienda para llevarse el 99,99% del dinero de la operación para ir restando. Si quieren, por ser benévolos, que les perdonen los intereses de demora, que ya será un favorcito cuantificable. El fútbol es una cosa distinta al sexo anal. Vamos, que me gusta la pelotita, pero no que me den por culo. Pero ¿sabéis lo que más triste me pone? Que si Hacienda se pusiera seria y desmontara este circo de morosos, estaríamos todos en la calle con las camisetas de nuestros equipos en una catatarata de manifestaciones sin precendentes. Así somos, y así nos va.
19 de marzo de 2013
DÍA DEL PADRE
Aunque Rajoy se empeñara en que lo celebráramos ayer, hoy es el día del padre. Miro a mi entorno y esto es lo que veo: amigos que son padres al 100%, que se implican en la educación de sus hijos, que acuden a las tutorías, que los llevan al médico, que están al tanto de las dosis de medicamento a administrar con cada dolencia, que han cambiado pañales, bañado y dado biberones, que trabajan fuera y en casa, que planchan, cocina, limpian...Y todo esto sin excepciones. Y sin una reflexión previa, que es lo más importante, como lo más natural del mundo. Ese es el mensaje y el legado, si me premitís ponerme algo melodramático, que le vamos a dar a nuestros hijos, la paridad hecha familia, sin palabrerías, sin manifestaciones, sin artificios, praxis pura y dura. Además, esto es así por una pura cuestión matemática, que no es ni más ni menos que el capicua de la parte contratante, y es que nuestras parejas jamás habrían permitido otra realidad que no fuera esta. En cambio, sigo escuchando quejarse a decenas de mujeres sobre la poca o nula implicación de sus parejas en las tareas del hogar y en el cuidado y educación de los hijos. Y ayer mismo dos mujeres, que para más escarnio y dolor de una sociedad que es el escenario de este drama sin fin, habían denunciado a sus parejas, perdieron la vida por la sin razón del mía o de nadie. No lo entiendo. Jamás lo entenderé. Pero además algunas veces me siento como un portero goleado o como ese delantero que va a meter el gol de su vida y le pitan fuera de juego ¿es que mis amigos y yo vivimos un mundo paralelo?¿alguien me lo puede explicar?
18 de marzo de 2013
LA BICI
Estas últimas noches escuchaba como un llanto. No era muy fuerte, era más bién triste, no una demanda. Pensaba que era la peque de los vecinos. Pero ayer por la mañana bajé al trastero y al ver como me miraba mi bicicleta con radios de rencor caí en la cuenta. Llevaba más de un mes sin sacarla de paseo, sin darle alegría a sus pedales. Así que me olvidé de eltiempoenmadrid.es y me lancé al vacío climatológico. Creo que si hubiera pasado una semana más hubiera estado tan despistado que me hubiera sentado al contrario en la bicicleta. Tuve que pensar en la primera cuesta hacia donde tenía que darle a los botones para que los piñones no me rompieran las rodillas de dolor. La ruta a la Casa de Campo, tantas veces preparatoria tan siquiera de otra más larga, se me antojó una etapa del Tour, y no una cualquiera, una de alta montaña. Y no lo digo por la velocidad con la que surcaba la ciudad, ni mucho menos, sino por la carrera que dentro de mi cuerpo estaban realizando mis órganos por saber cuál iba a ser el primero en salírseme por la boca. El Cerro Garabitas, una cuesta interesante, poco más, me pareció el mismísimo Tourmalet. Sólo mi ancestral orgullo de deportista garrafón me impidió que pusiera pie en tierra. Se me hizo eterno y sólo por vergüenza torera no terminé en la cima alzando los brazos como si hubiera terminado la más terrible de las ascensiones. 30 kilómetros después estaba en casa, con más dolores que vergüenza. Si esta es la tan temina crisis de los cuarenta, que sepáis que no me gusta ni un poquito.
17 de marzo de 2013
LAS PREGUNTAS DEL PEQUE
- Venga, vamos a aprendernos las provincias de Cataluña...
- ¿Bacerlona?
- Muy bien, si es fácil, casi todas termina en ONA..
- ¡ Mercadona !
Dani, diez años.
- ¿Bacerlona?
- Muy bien, si es fácil, casi todas termina en ONA..
- ¡ Mercadona !
Dani, diez años.
15 de marzo de 2013
ENCAJONAR
He tenido una curiosa charla con un familiar que vive en Alemania via facebook, que me ha evidenciado, entre otras cosas, lo mal que escribo, porque mi familiar piensa que estoy en contra del uso de la bicicleta en las ciudades. Me ha dicho algo así como que "hablo como ellos", los enlatados, es decir, los que van en coche. Y eso me ha recordado lo mucho que nos gusta a los humanos agrupar, aglutinar, encajar, prejuiciar, segregar, en una palabra. Nos encanta clasificar a los seres humanos en grupos. Después solemos extrapolar el comportamiento individual al colectivo, como si el colectivo fuera en todos los casos un potente inhibidor de las voluntades particulares. Tomar la anécdota por la norma, la parte por el todo. Así si un taxista nos hace una pirula, es que los taxistas son...Si nuestra pareja sigue pensando que la escoba es un juego de cartas, pues es que los hombres son...o si nuestra pareja no nos escucha y nos ningunea, es que las mujeres son. Al final es la base del nacismo, para el que enjuicia como para el que es enjuiciado. Diluir la responsabilidad, esconder la voluntad en la presión del colectivo. Pero no es verdad, en la gran mayoría de los casos, por no decir todos, el individuo se comporta como un ente independiente y debería ser responsable de sus actos al cien por cien. Y sobre todo, que no extrapolen tan gratuitamente, porque yo, por ir en coche, no tengo la más mínima responsabilidad sobre lo que el resto de conductores sean capaces de hacer al volante. No me gustan los sectarismos. Trataré de educar a mis hijos en la primacía de lo individual, de su capacidad para decidir y hacerles entender que deberán responder siempre de sus actos como entes individuales, sin esconderse, ni parapetarse en la sombra de un colectivo. Y aun así, trataré de enseñarles que no hay colectivos malos per se, aunque si me preguntan por lo políticos no sé si podré mantenerme firme en esta premisa...
14 de marzo de 2013
MOMENTO INCÓMODO
Voy a empezar entonando el mea culpa, sí, lo confieso, en la intimidad me tiro pedos. Y una vez superado este acceso de sinceridad escatológico, mi historia tendrá sentido. El coche es un lugar íntimo. Voy y vuelvo del trabajo con la sola compañía de mis pensamientos y de la Cadena Ser, así que, si, es un momento en el que si el anhídrido carbónico se pone tozudo, se habla con los antidisturbios y se le da vía libre. Imaginad, diez horas rodeado de compañeros, el coche es una vía de escape, y nunca mejor dicho. Hace años, gracias al faraonismo de nuestro querido Gallardón, tuve que cruzar durante meses la ciudad para llegar al trabajo. Como pasaba por P.Castilla a la misma hora que una compañera esperaba el autobús, le dije que me pasaría a por ella y haríamos los últimos kilómetros juntos. Fijamos una hora y un punto, y nos emplazamos a la mañana siguiente. Yo me levanté sin acordarme de la cita. Cumplí mis rutinas con la misma eficacia de siempre, segundo arriba, segundo abajo. Puerta de Toledo, Embajadores, Atocha y Castellana. Fue entonces cuando una avanzadilla gaseosa se interpuso entre mi tranquilidad y el volante. Reconozco que es un riesgo, dado que estas fanfarrias escatológicas en algunos casos vienen acompañadas de ataques químicos, pero gracias a los avances de la técnica, léase elevalunas eléctrico, uno puede dar una rápida vía de huída al gas tóxico, en un acto de generosidad para con la naturaleza. Así que, ni corto ni perezoso, di el ok y el resultado fue peor de lo esperado. Mientras mis pabellones auditivos esperaban un solo de trompeta más o menos afinado, fue el silencio lo que asustó a mis papilas gustativas, que anticiparon los segundos de zozobra. Era pleno invierno y aunque rondáramos los cero grados di la voz de alarma y bajé ambas ventanillas. Entonces caí en la cuenta. Y no fue por casualidad sino porque allí estaba. A unos cientos de metros, el punto elegido, a la hora determinada y mi compañera, reconociendo el coche, y blandiendo su mano al aire como saludo en la distancia. Juro que traté de recuperar mis conocimientos religiosos, porque estimé oportuno un padrenuestro para pedirle al dios en el que no creo que el semáforo que nos separaba se pusiera en rojo. ¡Necesitaba tiempo! Pese a mi ateismo alguien escuchó mi súplica y el bermellón detuvo mi camino. Mi compañera hizo ademán de comenzar a andar para acercarse y aprovechar la parada. Yo respiré hondo, comprobé que el plan de emergencia estaba todavía en fase de finalización y moví mi mano en un gesto claro que decía No, no, espera, ya voy yo, que ahí hay mejor sitio para parar. Fueron segundos de angustia. Mi compañera dio los buenos días, divertida, y se sentó, dicharachera. Yo estuve poco hablador, escrutando cada uno de sus gestos en espera de alguna evidencia que me delatara. Pero no dijo nada. Bueno, sí, al llegar a la oficina me preguntó ¿te pasa algo?¿por qué respiras tan profundamente? Nada, dije, es una larga historia. Así fue como aprendí que mi coche no era tan privado como pensaba.
13 de marzo de 2013
DE ROLES Y LASTRES
Y a mí que me ha dado por pensar que salarios inferiores de media para las mujeres españolas tienen que ver con la tendencia natural a conceder la custodia a la mujer en caso de divorcio. Esto que parece un galimatías oportunista viene a explicar mi modo de ver el tema del sexismo y la marginación femenina en España. Mi personal opinión se centra en que si la mujer no acepta perder los parabienes del machismo tendrá muy difícil defender la igualdad a largo plazo, en plan global. Es cierto que miles de hombres divorciados se han movido con comodidad en la rutina de los dos fines de semana al mes, que os llevo al cine, unas hamburguesas y que vuestra madre, que para eso vivís con ella, os obligue a comer pescado, verdura y se encargue del dentista y las tutorías. Yo al fútbol, ella al cole. Pero ya es hora de acabar con estos roles, aceptar que la mujer es el mejor lugar para dejar a los hijos "divorciados" por sistema lleva implícito el mensaje de que suyo es el gran peso de la responsabilidad educacional de la prole en circunstancias, digamos, normales. Y hay que terminar con estos axiomas, los niños tienen dos padres, en la gran mayoría de los casos, y casi siempre son hombre y mujer. Y papá y mamá quieren igual a esos hijos, y por tanto, cuando de hijos se trata, querer es aceptar, luchar, implicarse. Al 50%, todo lo que no sea en ese reparto, es injusto, y aunque nos dejemos cegar por la luz ventajosa, a nivel social, un lastre más para la mujer. Sé que es un trabajo duro, hay que concienciar a nuestras madres, a nuestros padres, a nuestros hijos y al entramado social. Pero es el momento de terminar con estos roles. Y no son pocos, y algunos, os aseguro, serán muy duros de desmontar. Otro día hablaremos del rol de cuidadora, donde la mujer tiene no ya el papel protagonista en esta tragicomedia patria, sino el exclusivo. Acabando con estos roles, daremos los pasos definitivos hacia la igualdad. Mientras tanto, pamplinas.
12 de marzo de 2013
PANTALONES CAGADOS
A mi hijo mayor, de ocho años, se le caen los pantalones. Es verdad que es más largo que un Eibar-Sestao, pero tampoco es un niño delgado, vamos, que con los bocadillos de atún de media barra que se calza tirillas no es el muchacho. Y os prometo que hemos intentado de todo. Apretarle las gomas hasta el último de los botones, forzar incluso agujeros nuevos para que se ciñan más a su cinturilla, tanto que algunas veces me da miedo cortarle la respiración y que termine como un gusiluz. Comprarle una talla menos. Asegurarnos de que la goma no está dada de sí. Pedirle que se ate el cordón del chándal con más rigor. Hemos tirado incluso de cinturón. Pero no hay forma, a poco que nos despistemos le vemos enseñando medio culo enfundado en su calzoncillo de Bob esponja. Ya no se nos ocurren más herramientas, más estrategias para frenar la caída del pantalón. Y lo que era más inquietante, no teníamos explicaciones alternativas, porque la fuerza de la gravedad parecía insufiente para sortear nuestras medidas. Hasta que ayer fue con su madre a una mercería. Entonces se fijó en unos calzoncillos y dijo "estos, mamá, estos son los que quiero". Unos calzoncillos negros, con la goma negra y letras bien grandes en blanco. Entonces, aunque seguimos sin solucionar el tema de que se le caigan los pantalones y enseñe el calzoncillo, al menos hemos logrado encontrar una explicación.
11 de marzo de 2013
POR DINERO
Hay mujeres que enfocan su vida a lograr un marido con posibles. Cazatalentos, si entendemos por talento cuentas conrrientes rebosantes. Son mujeres que alcanzan su objetivo cuando llevan al altar o al juzgado al hombre que las va a alimentar y cuidar a cambio de sexo y posición social, la que da tener una mujer hermosa y normalmente más joven que el pagador y firmante. Son mujeres que tienen muy mala prensa, busconas, putas, trepas...en fin, tendría que abrir una sucursal de El Trastero para colgar todos los calificativos que nuestro inmenso lenguaje nos regala a lomos del incontrolado talento patrio para el escanio ajeno. Curiosamente, ese mismo perfil de personas que creen que quien decide casarse por dinero es, cuando menos, una mala persona, son las que tratan de convencerme de que debo casarme. Cuando les razono que ni los hijos, ni la pareja, ni mi vida necesitas una firma, ni un contrato que las avale, cuando les evidencio que no hay mayor argumento para hacerlo, rara es la persona que no termina cayendo en la tentación de esgrimir un último argumento: porque es rentable. Es decir, a la postre, estas personas me están pidiendo que me case por dinero. Así que, me van a permitir que no lo entienda.
10 de marzo de 2013
9 de marzo de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO
ELEGÍA
(de la plasticidad del llanto)
A Miguel Ángel Holguín (por y pese a las discrepancias)
Hoy Venezuela entera está llorando.
Y Ecuador y Bolivia y Cuba y toda
América Latina están llorando
la muerte de Hugo Chávez.
No hay excepción alguna;
ha muerto el Comandante
viniendo a demostrar, entre otras cosas,
lo dúctiles que pueden ser las lágrimas.
Porque hoy en Venezuela
y Ecuador y Bolivia y Cuba y toda
América Latina todos lloran,
sin excepción, la muerte de Hugo Chávez:
el pueblo está llorando de tristeza
y lloran los caciques de alegría.
Qué necios estos últimos;
olvidan, en su euforia
de bestias carroñeras,
que aunque mueran los hombres
–lo dijo el Che Guevara–,
perduran sus ideas.
8 de marzo de 2013
UN BABIECA PARA HUGO
Mi padre, como buen heredero del tardofranquismo, me contaba historias de El Cid para tratar de inocularme un sentimiento patriótico que a mí, curiosamente, sólo me despertaban personas como Arconada o Satrústegui, pura ironía futbolera. Una de sus favoritas era aquella de que en una batalla, ya muerto, sus soldados dicieron ensillar a Babieca con el cuerpo sin vida de su único dueño, con la sóla intención de asustar al enemigo, que daba por muerto a Rodrigo. Acabo de escuchar en la radio que el gobierno, o lo que sea que hay ahora en la enlutada Venezuela, ha decidido embalsamar el cuerpo del recientemente fallecido Chávez. Su intención es exhibirlo después en el museo de la revolución, una versión ultrarealista pues de una figura de cera. No es el primer líder recauchutado para siempre y expuesto como un trofeo. Los soldados de El Cid lo hicieron para que su figura siguiera infundiendo miedo al enemigo una vez muerto. Como todo sistema populista, muerto el actor que lo representa, el reparto entra en pánico al imaginarse fuera de la escena. No hay Babieca en Venezuela, pero sí que tienen su Cid particular, y a él van a aferrarse con la esperanza de que su sombra embalsamada mantenga la gallina de los huevos de oro. Conviene recordarle a esta gente que son otros tiempos y que ya no hay enemigos como Yusuf, sino el paro, la corrupción, la delincuencia...y con estos enemigos poco puede hacer El Cid muerto sobre su caballo y menos Chávez en una urna de cristal. El tiempo pudre la memoria más rápido que la carcoma. Pero la sombra del líder es lo último que se pierde...
7 de marzo de 2013
ATEO ¿RECLACITRANTE?
Hace no mucho maté en un sueño a una persona a la que aprecio mucho. No quiero decir que el guionista de Morfeo Productions me convirtiera en un Hanibal Lecter sonmnoliento, sino que estaba muerto, sin más ¿Cómo lo sabía? Por la tristeza que veía en su familia, su mujer (mi hermana), mi otra hermana, sus suegros , todo ese dolor me lo hacía evidente y lo que es más significativo, en ese panorama yo descubrí que podía contactar con él en el Más Allá. Estaba viviendo una versión bastante cutre y desconcertante de Ghost. Evidentemente nueve de cada diez lectores de este blog elegirían a Demmy antes que a mí, y el otro, es mi madre. El muerto se empeñaba en explicarme que se encontraba bien, que le dijera a todo el mundo que dejara de llorar, que no pasaba nada, que eso del Más Allá estaba bastante bien. Y yo, ni corto ni perezoso, no me molesté en explicar mi propia tristeza, sino que quise saber más sobre su destino turístico definitivo. Ahora que lo pienso, si volviera a soñar lo mismo, lo primero que le preguntaría sería por el viaje, sobre todo ahora que andan con las huelgas en Iberia. El caso es que como su comunicación extra corpórea impactaba directamente sobre la línea de flotación de mi ateismo, pues suponía la aceptación de un ser superior que nos espera, prefería pensar que en aquello había truco. Y mi cuñado me explicaba como era el retiro eterno, y esa parte no logro recordarla, y mira que lo siento, porque me encantaría saber de qué va esa quinta columna creyente que todavía pervive en mi subconsciente. Lo que sí recuerdo es que tras las explicaciones me sentí desconcertado, no tanto por aceptar la existencia de un Dios, cosa que hice con cierta naturalidad, pese a mi ateismo recalcitrante, sino al saber que en el Más Allá había no sólo una conexión directa con el más acá, sino que viajábamos con el disco duro lleno de nuestros recuerdos. Eso me parecía aterrador. Es decir, que viajábamos a aquel espacio paradisíaco con el lastre de nuestra vida terrenal, a todas luces incómodo y peligroso, con tanto odio que anda por ahí en la vida efímera, poniendo en peligro el propio concepto del Paraíso, porque si en el mundo real a uno le encantaría rasparle la oreja a más de uno o tener un profesor al que chivarse cuando se encuentra con un macarra de los muchos que pululan, cómo resistir la tentación de pedir en la otra vida al que Todo lo Sabe que castigara a más de uno contra una nube a sujetar libros eternamente. Menudo trajín de rencillas. Todavía fui más lejos, cómo resistir la tentación de tirarle de la barba al mismísimo Dios y decirle eh, tío ¿tú de que vas? ¿es que no ves la que tienes montada ahí abajo? El sueño lo terminé de la única forma posible, despertándome, y dándome cuenta de que en mi sueño sí, había un Más Allá, pero ni de coña era el Paraíso.
6 de marzo de 2013
MACHISMO
Pongamos un caso. Dos trabajadoras idénticamente cualificadas. Llevan el mismo tiempo en la empresa, con la misma formación, idéntica motivación e idénticos resultados. Una es físicamente poco agraciada pero es un dechado de dulzura, simpática, en extremo agradable y muy preocupada por los demás. La otra, en cambio, es algo más arisca pero tiene un cuerpo de ensueño. Ambas explotan sus virtudes al máximo. La menos agracida mantiene a su jefe a base de detalles personales. La más atractiva lo marea con sus escotes sabiendo la debilidad que tiene con esa parte de su fisionomía. Hay un ascenso. Ambas son candidatas. Finalmente el jefe se decanta por la joven del escote. Repito, laboralmente son intachables ambas, almas gemelas ¿Nos atreveríamos a censurar a esta muchacha por usar su cuerpo como reclamo y en cambio no lo haríamos con la otra joven que lo que explota, al máximo, es su desbordante simpatía?¿Inmoral un escote excesivo y no una una sonrisa excesiva?¿Qué tienen los pechos que no tengan los labios? Incluso iría un poquito más lejos, digamos que una de las jóvenes, la que quieras, decide hacerle una felación a su jefe para decantar la balanza. Obviando la moralidad, que es un tema muy delicado ¿ha hecho algo ilegítimo?¿no ha utilizado todos sus recursos para lograr su objetivo, que no es otro que el de acceder a un trabajo para el que está sobradamente cualificada?¿Sabéis lo que pienso? que hay un machismo inherente en todo esto y que, una vez más, son las propias mujeres quienes lo alimentan con más virulencia, y es que en estos casos se suele censurar a la parte activa, sin llegar a censurar a la parte receptora. Se llama trepa o puta a quien es capaz de dar sexo por un ascenso y en cambio el que recibe sexo por decidir se va de rositas, básicamente por tener un pene, incluso suele tener buena prensa. Ese es el verdadero machismo. Cuando hay una mujer que asciende a un trabajo que no merece porque pone sobre la mesa sus capacidades sexuales, la culpa debería ser de quien decide, no de quien chupa. En cambio, que curioso, imaginad: una directora asciende a un joven por su capacidad para ponerle el flujo vaginal a punto de nieve. Entonces sí, entonces ella es una puta. Otra vez.
5 de marzo de 2013
NIÑOS
Buscando una fotografía para ilustrar el micro de ayer me encontré, en la misma página de muestreo de imágenes de google, con estas dos estampas. En esencia son la misma escena: dos niños plácidamente dormidos. Pero las diferencias son ostensibles. Uno está rodeado de sus muñecos y de la felicidad que da cerrar los ojos sin miedo de que algo lanzado por alguien sin escrúpulos te destroce mientras duermes. El otro no está rodeado de muñecos, sino de las evidencias del dolor sufrido. Ambos parecen dormir tranquilos, porque el cerebro humano es la herramienta más impresionante de la naturaleza. Pero no es lo mismo. Y esta imagen me recordó algo que sentí cuando vi el historial médico de mi hijo pequeño, que va camino de los cinco años. Apenas una docena de intrascendentes y casi rutinarias visitas al doctor. No me pude sentir más afortunado. Y me siento igual sabiendo que mis hijos han nacido en un país que sí, políticamente es triste, donde reina la corrupción y las estrecheces de miras, pero donde, por suerte, no hay bombardeos cada noche. Ni los niños se mueren de hambre. Ni tienen que cargar con ladrillos doce horas al día para ayudar a sus padre a alimentar a la prole. Ni corren el riesgo de que un desalmado señor de la guerra los arme hasta los dientes para alimentar su odio irracional al congénere. Si, tenemos mucha suerte, y de vez en cuando me gusta recordármelo, aunque eso no me haga sentirme especialmente bien, porque aquí sigo, en mi poltrona occidental, mientras millones de niños del mundo maduran antes de tiempo a lomos del sufrimiento.
4 de marzo de 2013
KARIM
Imaginad. Benzemá aparece borracho en un video. Todo el mundo puede apreciar como bebe y bebe hasta perder el concimiento. En el camino se pone pesado con un par de chicas, medio discute con el camarero y con otros clientes del local y termina vomitando y llorando y no siempre por ese mismo orden. No me imagino al dia siguiente un comunicado de Alcohólicos Anónimos reprendiendo la actitud del deportista, ni exigiendo una pena más dura por ser quien es. Pues lo mismo pienso yo de lo que han comentado desde la Asociación de Víctimas de Accidentes de Tráfico. Este niñato no es un ejemplo. Si nosotros, como padres, dejamos que tipos que con 20 años son multimillonarios y famosos, sean los referentes de nuestros hijos no podemos culparles a ellos, el problema es nuestro. Karim, por ser quien es, ni es más ni es menos que el hijo del fontanero, tu vecino del quinto, el primo de tu amigo o yo. Y ante la ley, menos. Ni más. Aunque sabemos de donde suele cojear la justicia en este país, me gusta pensar que no hay que hacer escarnio, que basta con ejecutar la ley tal y como está escrita. Y sí, lo sabemos, no siempre es así y tenemos Farruquitos y Canos para saberlo. Ahora, también es verdad que las penas económicas buscan, por un lado, que duela a quien ha cometido el delito y se lo piense la próxima vez, y servir de freno a quien pensara delinquir. Y por eso no es lo mismo que tu vecino del quinto o el primo del que hemos hablado tenga que pagar los 2.000 euros de una multa de tráfico que Karim. Ahí sí que la ley debería discernir y atacar los bolsillos en función de su tamaño. Si ganas tanto, multa de tanto, para que nos duela a todos por igual. Incluso, aprovechando su condición de celebridad y ahí sí, para que devuelva a la sociedad parte de lo que ésta le ha dado, cambiar esos euros por horas de trabajo para la comunidad. Yo pagaría por ver a Karim en el centro de Paraplégicos de Toledo ayudando a jóvenes que han tenido un accidente a volver a caminar. Claro, que esa idea sería buena para muchos otros, que sin llamarse Karin, ni ser un famoso deportista, van por la carretera emulando a Fernando Alonso en sus mejores tiempos. Es cierto que Benzemá, como todos los jugadores de los grandes clubs, se deben a quien les paga, un club del que son bandera e imagen, por tanto si Florentino le metiera una multa histórica a este descebrado, me parecía lo lógico. Pero ese ya no es nuestro problema.
2 de marzo de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO
APOLOGÍA
Qué aséptica, qué neutra
crucifixión la de la mariposa.
Mucho más emotiva ejecución
la de la cucaracha. Sí,
lo de la cucaracha es otra cosa;
cuando muere aplastada mueve, al menos,
a una honda repugnancia a su verdugo.
1 de marzo de 2013
URDANGARÍN A LA PUTA CALLE.
He leído por ahí que Urdangarín no está pagando las cuotas de su hipoteca. No sé si hablan de 50 mil euros de impago. Y yo estoy frotándome las manos, porque no tengo la más mínima duda de que en España todos somos iguales y que su banco ya habrá llevado al juzgado los papeles pertinentes para que un representante judicial acuda a su casita de Pedralbes a darles la fecha de ejecución del desahucio. Claro, que ya me imagino al presidente de la entidad bancaria diciendo, uy, no, hombre, vamos a ser solidarios con la gente necesitada, venga, hoy dejamos en el cajón una hipoteca impagada, anda, que casualidad, ha salido la de Iñaki, y ya van 6 veces, que suerte tiene esta familia. Supongo que para el banco salir en la prensa poniendole apellido al banco que echa a los Duques de Palma de su humilde morada no debe ser muy rentable. Pues mire, señor ladrón, digo banquero, no le de tantas vueltas, que si es por publicidad, pasará usted a ser el banco más prestigioso de España, porque demostrará a todos los ciudadanos que la ley es lo primero, que no es que vayan a por el débil porque la saña engancha o porque su indefensión haga más fácil la ejecución, sino porque son ustedes fieles cumplidores de la legalidad vigente (¡ja!). Pero no, no tiene pinta de que esto vaya a ocurrir. Con lo que me gustaría a mí, y permitanme en este punto ponerme sarcástico, ver a Urdangarín llamando a los de Stop Desahucios para que acudan a la puerta de su casa la hora de la ejecución. Pues que preparé café y bollos en plan industrial, porque va a haber mucha gente. Y no para impedirlo, sino para aplaudirlo. Y después, con las maletas a la puerta del Palacio de su Suegro, que problemas de sitio tampoco tiene. Ah, y a cambiar el nick en twitter: de Duque Empalmado a Duque Embargado, que está mucho más a la par con la media.
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