Podemos convertir, por ejemplo, el norte de Madrid, o el sur de Barcelona, en una versión cañí y aflamencada de Las Vegas. Propongo pues que le pongamos de nombre Lasvega, así, como mu arrastraó. O, si es en el Foro el Egque Center, por un Butifarra Station si es en la Barceloneta. No hay problema. Podemos crear un centro legal de lenocinio y juego, porque como la prostitución, que suele llevar como hermanos las drogas y las mafias, y el juego, que comen en la misma mesa, no han hecho jamás daño alguno, no hay problema. No se conoce familia arrasada por la adicción al juego de alguno de sus miembros. Podemos crear un paraíso fiscal para que el mafioso de turno no se nos marche a otro lugar europeo con su ruleta. No hay problema, ahora mismo el fisco español goza de una salud sin precedentes y un agujero como ese no le hará tambalear. Podemos incluso, si hace falta, resucitar a Pepe Isber y a don Jose Luis García Berlanga para que nos monten un Americanos, os recibimos en la T4. Propongo disfrazar a Esperanza Aguirre y a la Botella de cheerleader. Cualquier cosa para que el Bellagio madrileño no se nos marche a Rumanía. Podemos arrasar con napal el ayedo de Montejo para que Sheldon Adelson no eche de menos Arizona. Se pueden hacer, por poner otro ejemplo, cementerios nucleares para llenar un pueblo de mierda plutónica siempre que sus vecinos se bajen los pantalones, pero, en cambio, si un pequeño pueblo ofrece sus terrenos para que una asociación cultive un producto natural para su consumo, entonces, como hablamos de la peligrosísima marihuana, no, para eso no damos permiso. Y ya se sabe la cantidad de familias que están en la ruina porque uno de sus miembros es adicto a la hierva y la cantidad de malformaciones que genera el cáñamo...Mi no entender.
23 de marzo de 2012
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1 comentario:
¿Tú no entender? Yo sí, sólo que no decir en voz alta...
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