26 de junio de 2025

 ALGO HAY QUE HACER...:

Al tiempo que daban la noticia sobre los últimos asesinatos machistas, han descrito uno de los últimos estudios de opinión. Parece ser que uno de cada cuatro jóvenes cree que la violencia de género es mentira, una invención ideológica. Lo triste es que entre las mujeres jóvenes, susceptibles de sufrirla, sin duda, sin ningún género de duda, porque ninguna, ni una sola mujer, esta libre de ese riesgo (no es alarmismo, es la puta realidad...) van camino de alinearse con este negacionismo lesivo. Y algo tenemos que hacer. Porque si de joven te crees estas patrañas, dudo que con la edad te tornes más tolerante y progresista. Llevamos unos cuantos años de gobierno teóricamente de izquierdas, así que debemos culparle, y culparnos de esta tendencia. Por obra u omisión, o ambas. Pero no podemos rasgarnos las vestiduras y esperar que escampe por generación espontánea. Estos son los futuros médicos (ojo con el derecho a aborto, a una muerte digna...), profesores, jueces, gobernantes. Lo leía por ahí, que no había que preocuparse tanto del mundo que dejamos a nuestros hijos, sino los hijos que dejamos a nuestro mundo. Y estos son nuestros hijos, los que creen que un móvil auditado, un tortazo o un grito son asuntos a resolver entre la pareja. Y de esos barros, estas puñaladas. Imagino que hay mucha tela que cortar, y no me gusta poner en el ciudadano la responsabilidad que es manifiestamente gubernamental, pero mientras se ponen las pilas, o se las ponemos urna mediante, habrá que hacer algo. Sobre todo con ellos, los que heredarán las responsabilidades que ahora son nuestras, nuestros hijos. E hijas. Yo, por mi parte, con mi pareja, estamos intentando educar a nuestros hijos en la tolerancia absoluta, en el respeto máximo. Y aquellos que sean padres y madres de hijas, por favor, que jamás toleren un grito, un golpe, un insulto de su pareja. Para estos actos solo existe una posibilidad de singular, la de puerta y patada en el culo. Si no es así, siempre serán el primero...Nos jugamos mucho, muchísimo. 

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