28 de marzo de 2022


 

EL MAL GUSTO Y LA VIOLENCIA: 

Seguro que lo habéis visto. En los Oscar el presentador tuvo la mala idea de hacer un chiste sobre el pelo de la mujer de Mohamed Ali, o del Chris Gardner que buscaba la felicidad o de la leyenda que era el Dr. Robert Neville. El actor que interpreta a todos estos personajes, Will Smith, se levantó, en mitad de una gala millonaria en espectadores, y le dio un bofetón al ofendedor. Un auténtico revés, lo cual, entiendo, dado el papel por el que estaba nominado, como padre de las tenistas, hizo que el respetable pensara que la metáfora formaba parte del espectáculo. Después, solo reculó al recibir su premio, en lo colectivo. Es decir, pidiendo perdón a fans y a la Academia. Pero hay muchas cosas tristes en este tema, primero que el humor siga teniendo como respuesta la violencia. Que por ser un hombre a otro hombre, la reacción esté siendo un poco laxa. Pero sobre todo, el machismo que esconde este acto, dado que este hombre se siente en posesión de la honra de su mujer y debe, en casi medieval respuesta, defenderla con el uso de las armas que tenga a mano. Es muy triste que sigamos manteniendo estos micros, o macros, o lo que sea oportuno prefijar, machismos. Creo que hubiera sido mucho más eficiente, si de verdad quería defender la honra de su señora que él creía ofendida, que se hubiera levantado, ella, lógicamente, y él detrás, como gesto solidario y hubieran abandonado la gala y el premio posterior lo recogiera cualquier otro, por ejemplo, el peluquero. Entonces estaríamos hablando de los límites del humor. Así, de lo que hablamos, es de la violencia. 


No hay comentarios: