11 de enero de 2024

 EL NEGOCIO DEL FÚTBOL: 

Menudo partidazo ayer. Lo digo sin ironía, con la parte de futbolero, que lo fue mucho, que me queda. Atlético de Madrid y Real Madrid desplegaron todo lo que hace que este deporte me parezca maravilloso: entrega, deportividad, electricidad, estética, sentido de lo colectivo y elegancia en la victoria y en la derrota. ¿Entones? Pues el fútbol es un negocio, y el que no vea esto es que necesita gafas y de las gordas. Hay dinero, por tanto se invierte y tiene que retornar. La Federación es una empresa, que como cualquier otra, necesita beneficios para seguir viva. Se llevó la Supercopa a donde se llevó a Arabia no por una demanda popular, sino por dinero. Nada que objetar, es su negocio. Pero con esa misma premisa, la del negocio, hay que valorarlo. Es una competición que sirve de imagen para la que quiere ser la mejor liga del mundo. Ayer se silbó el minuto de silencio a una de las figuras históricas de este deporte, Beckenbauer, fallecido recientemente. También se silbó, cada vez que tocada el balón, a Kroos, al parecer, porque había cuestionado el futbol árabe, entre otra cosas, por ser un país que criminaliza a los homosexuales. La gran mayoría de las empresas que se fueron a la ruina dieron la primera palada a su tumba por no saber mirar más que a corto plazo. La segunda, por no analizar las señales. Viva el fútbol. Pero que siga vivo, no que muera...


NOTA EXTRA: Enfocaron al seleccionador en varias ocasiones durante el partido. En un porcentaje cercano al 100 aparecía mirando su móvil mientras los posibles seleccionables lo daban todo en el campo. ¿Tan difícil es estar 90 minutos lejos de las teclas y centrarse en el trabajo? Mi no entender. 

No hay comentarios: