26 de enero de 2024

 LOS INTOCABLES: 

Podemos decir que el presidente es un dictador, un felón, un traidor, un vendido, un tumba democracias...bueno, podría seguir con la lista hasta que el Hércules ganara la liga, que ejemplos nos han dado para aburrir. Será por insultos. En cambio, si alguien del gobierno duda, por un segundo, por un instante, de un juez que quiere que una muerte por infarto sea considerada terrorismo; que como no le sale bien quiere que montar un escenario sea terrorismo; y como tampoco le sale, pues busca unas supuestas agresiones a policías para tildarlas de terrorismo...Esa persona, la que duda, digo, será censurada por atentar (probablemente como el mayor atentado a la democracia de los últimos X años...) contra la separación de poderes. Pues yo atento contra esa separación de poderes, o lo que sea que digan de mi por afirmar que no me fío ni un pelo de la imparcialidad de este juez. Si me quieren poner una demanda, pues ya veremos, pero este tío no es trigo limpio, se levante a la hora que se levante. El juez, digo. Y de ese burro no me bajo. Este tío decidió, por que sí, que no se debía imputar a Cospedal en la trama Gurtel, o al PP en la Kitchen, pasándose por el forro de su birrete todas las evidencias; estuvo durante todo el tiempo que consideró necesario, acumulando hasta 20 infructuosas querellas, vilipendiando desde su atalaya a Podemos. Supongo que no es necesario resumir su eficacia, sobre todo en este último punto, que ahí está el partido, camino de la desaparición. Este tipo, que llegó a donde llegó, de la mano de Aznar, y que llegó para lo que llegó, no es imparcial. No es un buen juez. La única suerte que tenemos es que creo, más bien espero, que su jubilación (obligatoria) está ya muy cerca. Que lleve tanta paz como descanso nos va a dejar a muchísimos. 


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