A LA CALLE A PROTESTAR:
Ayer salieron a la calle cuarenta mil personas (sesenta mil si hacemos casos a los que organizaron el evento) para protestar por el indulto que va a dar un presidente que todavía no lo es. A mí me parece bien, lo natural y sano, que la gente salga pacíficamente a protestar por lo que no consideran propio o bueno para ellos. Es un derecho, el de manifestarse, que costó mucho fuera universal. Precisamente por eso me inquieta la situación de muchos de los que por allí andaban inquietos por la estabilidad patria. Digo que me preocupa porque buena parte de los políticos que encauzan su protesta, a poco que los dejaran, acabarían haciendo, de nuevo, ilegal aquello de protestar en la calle. ¿Os acordáis de los vagos, maleantes y sus leyes? Pues eso. Así que yo celebro que se pueda protestar en la calle, de momento, que no puede ser que nos limitemos a meter un papelito cada cuatro años.
Y de lo dicho, nada nuevo bajo el sol. Las mismas soflamas alarmistas y rancias de siempre. El mismo rencor de quien pierde la parte de un pastel que considera suyo para siempre. Y nuestra presidenta, a lo suyo. Muy Ayuso eso de meter en la misma frase la rabia que nos echó a la calle a muchos contra ETA con esta rabia que lleva a una parte inferior a la mitad, no lo digo yo, lo dicen las urnas, por el teórico derrumbe de nuestra España. Yo su España se la regalo, que huele a cirio, pero que no se apropien de mi rabia. Porque yo también estuve allí gritando ETA escucha, aquí tienes mi nuca. Y ayer no...
Por cierto, se les olvidó invitar a Casado...
Y encima, Barsa y Girona líderes en La Liga...
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