Hoy no queda más remedio. De verdad. Toca hablar de fútbol, y del bueno. Lo que ha hecho esta generación de deportistas dudo que vaya a tener parangón en la historia del fútbol en muchas décadas. Lo han ganado todo en tres competiciones. Esta última vez un empate y el resto victorias, si contamos los penaltis de Portugal como tal. 12 goles a favor y sólo uno en contra, el primer día. Y vale que nos han aburrido en los primeros partidos, pero lo de ayer fue escandaloso. Y es gente, quitando la niñería de algunos piqués, y la twitería de algunos ramos, o la sobervía de algún que otro, empezando por un marqués com entrenador, son gente humilde, honrada y, salvo que hagan alguna tropelía con las primas, gente honesta. Y rica. También. El fútbol tiene muchas cosas malas, muchos dejes mafiosos, mucho salario inmoral (que no ilegal), pero eso no ocurrió ayer. Ayer, como me gusta decir, fueron once contra once, y unos muy buenos y otros buenísimos. Y como en las películas de indios y vaqueros de cuando éramos pequeños, ganaron los buenísimos. Y yo me alegré, y viendo a mi hijo gritando yo soy España, yo soy España, pues mucho más ¿por qué voy a amargarles con cápsulas de realidad esta fantasía? Ya habrá tiempo para riesgo y su prima, ya habrá...
2 de julio de 2012
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario