Que no se de tanta importancia la muy hija de Fabra. Que los parados no van a estar peor por su gritito de niña pija, insensible e histérica. Ni peor, ni mejor. Peor van a estar, eso sí, gracias a su jefe, Tijeritas. Lo que si que es cierto es que a poco que les dejemos, les azucemos, van a dar su verdadera cara. Al tiempo. Y las tontadas que ha soltado por esa boquita de niña mimada no han hecho más que evidenciar su ignorancia política y la profunda ausencia de empatía en su carácter. La imagen del Partido Popular...no, no, perdón, no es justo: la imagen del gobierno aplaudiendo unos recortes que van directos a la línea de flotación de los más débiles, entre vítores y risas (amén del consabido ¡que se jodan!) es verdaderamente vergonzante. Y me da igual que la oposición insulte, grite, abuchee o haga lo que ellos hicieron en la oposición durante años con una profesionalidad que aun arrastran. Esto no es un derby PSOE - PP visto en un bar del centro. No, esto es el futuro del país y debían estar con semblante serio, centrados y creyentes en lo que su líder y a la sazón presidente del gobierno, estaba dictando. Esa seriedad y ese silencio hubiera dejado en evidencia a la oposición. Pero no. Siempre se han caracterizado en el congreso por sus gritos y su falta de respeto. Los unos y los otros. Eso lo sabemos. Pero lo que no esperábamos era a un político descojonado porque el país se va al garete. Ellos son la versión irónica de la orquesta del Titanic. Pase lo que pase, ahí estarán, tranquilos, sentados sobre sus prebendas y privilegios. Los muy hijos de Fabra...
16 de julio de 2012
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