Un reciente estudio sobre la obesidad en España ha dejado una conclusión, cuando menos, curiosa: hay una relación directa entre el estatus económico y la delgadez. Así, si eres rico es más fácil que no sufras obesidad. Y, la verdad, no entiendo bien la razón. Quizá haya algo cultural o educacional o es que el padel y el golf adelgazan más que currar en la mina. Me resulta más fácil imaginarme a un orondo ricachón que a un paleta de la obra con sobrepeso. Pienso que quien tiene tiempo y dinero para acercarse a los manjares más tentadores debería sufrir más los rigores del michelín, y al parecer es justo al contrario. Tal vez lo que ocurra es que los ricos tienen tiempo y dinero para comer bien, y los pobres comen lo que pueden y cuando pueden. O a lo mejor esto no es más que una casualidad matemática bien hilada en una estadística y tu y yo estemos perdiendo el tiempo en esta mañana helada de diciembre. Tal vez...
No hay comentarios:
Publicar un comentario