Pienso lo mismo que Mou: ¿por qué? Sí, ¿a qué viene esa carga de deberes para nuestros pequeños? Y lo digo desde la fortuna, porque la profesora de nuestro hijo mayor es muy comedida. Y desde mi punto de vista, hasta una edad bastante avanzada, los deberes no son sino una muestra del fracaso del profesor, incapaz de impartir la materia en las horas lectivas. Eso de concienciar al niño de su responsabilidad como estudiante me suena a capataz de fábrica del siglo pasado. Yo trabajo de ocho y media de la mañana a cinco de la tarde y rara, pero muy rara vez, me llevo el trabajo a casa. Nuestros pequeños tienen un horario de nueve a cinco, más o menos, y la gran mayoría tiene que dedicarle una o dos horas en casa a las tareas. Si cada día tienen una actividad extra escolar, que suele ser lo normal, que en algunos casos implica incluso nuevos deberes. Si en muchos casos ir y venir del colegio supone una o dos horas. Si tienen que bañarse, ayudar en las hazanas de casa para concienciarse, cenar y dormirse a una hora razonable, el único deber que tenemos que imponerles es justo el que les estamos robando: jugar. Nuestros hijos no juegan. No saben perder el tiempo y por lo tanto no saben emplearlo de una forma lúdica y no dirigida (por un adulto, por el menú de una maquinita...) Creo que hasta los diez años basta con que en fines de semana y festivos tengan algún ejercicio que les implique recordar que han de hacerlo y planificar su fin de semana para no llegar al domingo a las ocho de la noche con ellos pendientes. Ese es el verdadero objetivo. Pero que cada tarde noche, como una condena, cuando ya no hay fuerzas y los padres están también agotados, tener que hacer sumas con llevandos, es una tortura que no favorece en nada la impronta que debemos proporcionarle a nuestros hijos: aprender, no solo es necesario sino ¡ fascinante ! Así no es fascinante, sino un fastidio.
¡ NO A LOS DEBERES ENTRE SEMANA!
2 comentarios:
Ayer me acordé de tu sección: Las preguntas del peque. Andrea, 21 meses, llamó "Mica" a Minnie. Algo lógico, si "él" se llama "Miky" que "ella" se llame "Mika" :)
Sobre tu artículo Deberes, todavía no lo sufro, pero estoy totalmente de acuerdo con que los peques también deberían conciliar.
Ayssss Larrey, amigo mío. 2º no es nada. El año que viene os vais a enterar. El cambio fue tremendo. Ahora en 5º tanto ella como yo, ya estamos acostumbrados... que no digo que sea lo suyo, digo acostumbrados, porque hasta para ellos, tienes que habituarte....créeeme. Bss
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