25 de noviembre de 2011

PRESERVATIVOS DE SABORES

Hay inventos e inventos, y este, pues no sé. Entiendo que para aquellos hombres y mujeres, con o sin pareja, que quieren un plus extra de seguridad en la práctica del sexo oral, puede estar bien. Pero eso de que una entrepierna sepa a fresa, pues, qué quieres que te diga. A mí me da miedo, si das con alguien que es aficionado a los chupachus con clicle lo mismo anda chupando y chupando hasta que llega al chicle para darle el bocado. Acojona. Y los hay de todos los sabores: bizcocho de arándano, fresas con nata, chocolate a la taza (aunque no incluye el churro...), helado de vainilla, ¡ gasesosa de naraja ! y mi favorito ¡¡¡ cola loca !!!! Porque ahí está la clave con la que, sorprendentemente, nadie ha dado: la cola tiene que saber a cola, sino te pides un batido ¿no? Realmente el sabor y el olor es una parte fundamental del placer, así que ¿por qué no hacer y que me perdonen la franqueza, condones con sabor a polla? Ya, ya, tenemos un problema, porque habría que decidir: polla limpia que sabe a jabón de manos, polla post sexo que puede saber a vagina, por ejemplo, polla de negro, polla de blanco, polla hipoalérgica...pero en definitiva ¿no estaría bien un preservativo que supiera y oliera a lo que tiene que saber y oler? Podrían llamarlo, para no asustar a mojigatos, preservativos de sabores naturales, y luego ya en la letra pequeña que entren en detalles. Claro, que menudo trabajo le estamos regalando a los biólogos de durex: recaudador de sabores de pollas. Quien sabe, a lo mejor no faltan voluntarias y voluntarios, porque no parece una mala forma de conocer mundo.

1 comentario:

Larrey dijo...

Pues parece que ya está inventado el sabor: http://cuantodanio.blogspot.com/2011/09/atencion-al-nombre-y-al-saborrrrrr.html