8 de agosto de 2011

DEDOS LIBRES DE COMPROMISO

Ejercí de turista por un día en mi ciudad. Cámara en mano, y sin movimientos infantiles que distrajeran mi objetivo, busqué el momento. No quería retratar el espacio o buscar ese gesto forzado, quería que fuera el devenir del tiempo el que determinara, yo debía estar ahí y rezarle a San Obturador y a Santo Diafragma acertar con los parámetros. Nada de artificios, nada de retoques, lo que la luz, la vida y mis dedos lograran. Así encontré rincones deliciosos, momentos íntimos, y lúdicos, como la foto de portada de este artículo. Al verla sobre el display de mi cámara pensé en Tedy Bautista y en el dibujante de caricaturas y me creí en la obligación de hablar con el dueño de aquellos dedos, de aquella mano que, como dijo mi pareja, era especialmente bonita. Quien sabe, pensé, tal vez tenga sus derechos comprometidos con la asociación de amasadores de risas. Así que allí fui, a hablar con el desconocido e involuntario modelo y contra lo que la Sgae dicta, no sólo se sintió encantado del momento robado por mi tamron, sino que me pidió el correo para que le pudiera mandar una copia de la foto. Y aquí estamos, Isra, estos son tus dedos, anoche, en Lavapies. Y unas risas a la salud de la SGAE.

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