COMPARAR:
Voy a decir una verdad de esas simplona, pero que si la aplicáramos a rajatabla seríamos felices siempre, o infelices para siempre. Según se mire, y nunca mejor dicho.
TODO DEPENDE DE CON QUIEN TE COMPARES.
La foto lo dice todo. Nuestro hijo, jugador de baloncesto, es el jugador menos alto (decir bajito de un tío que con quince años mide 1:78...) de su equipo. Ahí está, comparado con su defensor en el último partido, que le sacaba en torno a los 20/25 centímetros. Y al lado camina con su abuela, a quien, sin hacer daño, le saca entre 25/30 centímetros. Se puede sentir, en el mismo día, o muy alto, o muy bajito. Todo depende de con quien decida compararse.
Y eso lo puedes (si es que puedes) aplicar a todos los órdenes de la vida: tu casa, tu coche, tu horario, tu salario, tu pareja, tu vida sexual, tu nariz, tus pechos, tu pene, tus piernas, tu tranquilidad, tu falta de tranquilidad...Todo va a depender de con quien te compares...para bien o para mal.
NOTA: una cosa es la teoría...
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