Por una extraña razón que desconozco, y que entra dentro de los enjambres del devnir político patrio, se ha autorizado una manifestación ultra (de derecha, por si es necesaria la aclaración) en Madrid el mismo día, y no sé si a la misma hora e incluso en la misma zona, que el partido de la final de la Copa del Rey, que como por casi todos es sabido se juega entre el Bilbao y el Barcelona. Equipos estos que siempre han tenido una carga extra de nacionalismo. Es decir, la Delegación, la policía, el gobierno local o la madre que los parió, piensan que no es un peligro ni para manifestantes, ni para el resto de personas que por allí pudieran pasar, cruzar una manifestación ultranacionalista con unos cuantos miles de nacionalistas vascos y catalanes. En cambio, esa misma madre que parió a esos mismos delegados, policías y el etc que se os ocurra, pensó que era un Santo peligro, y lo de santo es coña, por su puesto, autorizar en Semana Santa una manifestación atea. Me invita a pensar que desde la Delegación del Gobierno piensan que son más peligrosos los crucifijos y los cristos en hombros que las esvásticas y las banderas del pollo frito. No le falta razón, porque para mí si hay objetos peligrosos en este mundo son todos aquellos que alimentan las muchas sectas religiosas que han azotado nuestro destino como especie. Pero es de sentido común, lo único que puede hacer un ateo es no entrar a una iglesia y gritar que el Papa pague sus impuestos. En cambio, de todos es sabido el gusto por la violencia de los grupos ultras. Ahora que lo pienso ¿no será que una procesión está catalogada por parte de la Delegación del gobierno como una concentración ultra? En ese caso las piezas ya me encajarían.
24 de mayo de 2012
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1 comentario:
En esencia no creo que esté tan equivocado: "Es decir, la Delegación, la policía, el gobierno local o la madre que los parió, piensan que no es un peligro"
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