Hay una senadora pidiendo el voto telemático. Me parece buena idea; no sabía es que ya fuera viable en el Congreso, lo que hace más incomprensible la cerrazón de Pio García-Escudero. Bueno, el se escuda, y nunca mejor dicho, en la mayoría absoluta del PP, lo que hace, en realidad, amiga Iolanda, inútil tu voto. Al pan, pan, y al vino, vino. El caso es que se hacen eco en la contraportada de El País de esta historia con una entrevista a la reciente madre (por segunda vez). En ella, y cito textualmente, la periodista se nos despacha con lo siguiente: "(...) que dio a luz en un hospital público de su municipio y sin anestesia." La primera parte la entiendo, quiere vendernos el compromiso de la política en cuestión con lo público y su municipio, una forma de sentirse orgullosa de su trabajo. Pero ¿la segunda parte?¿qué quiere decir que ha parido sin anestesia?¿qué es mejor madre y que por eso anda buscando la conciliación? Lo que invita a pensar en un menor nivel de compromiso de las paridoras con epidural ¿no? Y lo escribe una mujer, Antía Castedo, lo cual me desconcierta mucho más ¿Cuando vamos a terminar con esta vitola de madre sufridora? Conozco por mi pareja los riesgos (siempre para el futuro de quien nace) de la epidural, y pueden controlarse. Los beneficios son mayores que los posibles problemas ¿qué sentido tiene, por tanto, sufrir por sufrir?¿qué tipo de maternidad defendemos con ello?¿qué denota esa valentía de quien renuncia de la anestesia? Creo que si una madre, voluntariamente, decide sufrir el parto desde la plena consciencia, está en su derecho, pero hay que dejar de vender y asociar el sufrimiento a la maternidad. Es más sexista de lo que parece, y eso, Antía, deberías saberlo.
25 de mayo de 2012
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