Agrupémonos todos
Que el socialismo fracasase antaño
en la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, y hoy se halle a la deriva en Cuba, vendido al capital en China o mudado en liturgia -culto a un diablo- en Corea del Norte, les sirve de argumento sobre el que sustentar que está hace mucho muerto y enterrado, y que sería el otorgarle otra oportunidad como resucitar a una alimaña sumida por fortuna en los infiernos.
Pero el demonio ha estado desde el principio en ellos, derramando el infierno con la ayuda de su fiero y bastardo ministerio, sobre el proletariado, sobre los marginados, sobre los que pensamos que no sólo no ha muerto el socialismo sino que su resurrección hoy más que nunca es harto necesaria.
Porque su infierno ha estado y sigue estando entre nosotros en cada niño muerto de hambre, sed , malaria o cólera sin ira; en cada mina anti persona, en cada bomba de racimo; en cada hogar sin nada que llevar a fin de mes para saciar el hambre de los hijos; en los que no tienen siquiera hogar ni un techo, bajo el que guarecerse de la desesperanza; en el suicida que se quita la vida porque no puede más con la miseria; en cada dictadura impuesta por las bravas o en esas otras que amparadas por falsas democracias, se hicieron a medida de las élites; en los que temen que de nuevo solidario renazca con vigor el socialismo mermando, arrebatádoles, los viles privilegios paridos por la bestia sin conciencia, por ese ídolo obsceno que se nutre con saña en el fracaso de los débiles, y damos en nombrar capitalismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario