Ayer me presenté a un concurso de relatos. Tengo dos normas, una no perder demasiado tiempo y dos no emplear dinero en los envíos (ni copias ni correos). Así que solo me presento a aquellos que admiten los relatos por correo electrónico. También es verdad que no soy muy riguroso en la lectura de las bases: la edad (ya no puedo concursar como joven escritor), la fecha, la temática y el tamaño del relato. Ayer era el III Concurso de Relatos "Mujer e igualdad", del Ayuntamiento de San Sebastián de Los Reyes. No pasó ni una hora de mi envío cuando recibí un mensaje en el que se me informaba de que no podía concursar, entre otras cosas, por no ser mujer ¡ Toma igualdad ! Eso sí que es bonito, el área de cultura de este ayuntamiento ha organizado un concurso sexista para fomentar y promocionar la igualdad. Es tan absurdo, simplón e irónico que no merecería más comentarios. Por lo visto segregar es moderno, una herramienta de la igualdad, si a quien se segrega es al hombre. Yo no creo en el machismo, ni en el feminismo, pero sí que creo en la igualdad, en la normalidad de la diferencia. Y poner vestuarios culturales no me parece una iniciativa educativa. Que un poeta de quince años no pueda presentarse a un concurso por ser hombre es tan poco edificante como que no pudiera hacerlo por ser mujer. En ese caso estaría el observatorio para la igualdad al quite vetando el concurso. Es que si encima el concurso busca fomentar la igualdad y la figura de la mujer en el mundo, eludiendo la presencia del hombre, no hacen más que darle la vuelta a la tortilla, y por ese lado también terminará quemándose. Triste.
29 de febrero de 2012
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2 comentarios:
Larrey, una vez más copio tu entrada en mi blog. Sencillamente genial.
participa con un "alias".... históricamente muchas mujeres han tomado esa forma para poder participar en concursos "sólo hombres"...
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