TERRORISMO Y TERRORISMO DE ESTADO:
Cambiar la perspectiva de las cosas nos ayuda mucho a entenderlas. Es una especie de comodín de la empatía. Veréis, vayamos a los tiempos en los que ETA seguía matando. Pues imaginad, después del atentado de Zaragoza, el del Hipercor, el estado español decide bombardear, y varias veces, Bilbao, y después establece un cordón que cerca el País Vasco, controlando todo lo que sale y entra. Dejemos para otra distopía lo de colocar a doscientas familias de Teruel instaladas a la fuerza en territorio vasco. Después, si hay otro atentado, pues más bombas. Y si la cosa de pone más fea, pues el cerco que se cierra del todo, y en Zarauz no hay agua, ni electricidad, ni combustible durante días y días y días. Para los terroristas y para el otro 99,99 % de la población. Pues eso es lo que hace Israel, sobre uno de los territorios con mayor densidad de población del mundo y de los más depauperados a nivel de recursos. Responde con terrorismo indiscriminado de Estado al terrorismo tradicional. No defiendo ninguna acción violenta contra las personas, pero si tu respuesta no está a la altura, te pones a la altura de tu agresor. No podemos meter a todo el mundo en el mismo lote, porque si aplicáramos esta lógica, cuando un murciano roba en Madrid podríamos meter en la cárcel a 20 murcianos a modo de represalia. No, la población civil no es moneda de cambio y si la utilizas eres un terrorista más, te llames como te llames, tengas la bandera que tengas. Diga lo que digan los demás estados. El terrorismo es terrorismo.
Y mientras tanto sube el petróleo y en la bolsa se han disparado todas las empresas de defensa, vamos, las que venden armas. Entre un 5 y 20 % más ricas que hace dos días. Las guerras las pierden siempre quienes no las empiezan y las ganan los de siempre.
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