Hoy toca cuento de nuevo.
UN
ABRAZO CON HISTORIA:
La fosa, al fondo del cementerio,
como mudo espectador. De un lado Eladio, que lleva más de cuarenta años
intentando encontrar el cuerpo de su padre. Del otro, Alfredo, que se unió al
mismo empeño hará una década. Se conocen desde que eran niños. La emoción se
contagia entre los miembros de la asociación y la prensa, pero mecida por un
silencioso respeto.
- Eladio, por fin…- Alfredo no puede
contener las lágrimas, que surcan su envejecido rostro a borbotones- Ahora sí,
ahora ya puedo pedirte perdón. Lo siento mucho, Alfredo, de verdad que lo
siento.
- De eso nada, Alfredo- Eladio tampoco
puede contenerse, tantos años luchando y luchando para recuperar la memoria de
su padre- no fuiste tú quien disparó, fue tu padre. Soy yo el que debo darte
las gracias por haberme ayudado tanto a encontrar el cuerpo del mío. Sin tu
ayuda no estaríamos aquí…
Y otra vez el silencio.
Aunque el abrazo sea efímero como un
soplo de viento, en cierto modo será eterno.
NOTA: Aunque
no esté basado en un hecho real, bien pudiera. El resto, es Historia.
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