CAMPEONAS:
Pues sí. Que somos campeonas del mundo, trece años después del gol de Don Andrés llegó el gol de Doña Olga. En fin, los pelos como escarpias, ya me conocéis y sabéis que entre mis cojeras está emocionarme con las catarsis deportivas colectivas.
De todas las cosas que se han dicho, y que se dirán, me quedo con una idea: las niñas ya tienen referentes femeninos cuando empiecen en el fútbol base. Ya no querrán ser como Iniesta, como Koke o como Pedri. E incluso voy un poquito más allá, ya sabéis, la euforia es lo que tiene ¿y si son los niños que empiezan con la pelotita los que quieren ser como Ona, Irene, Cata, Aitana, Jenni...? Todo es posible ¿no? Incluso ganar un mundial siendo un equipo poco menos que ninguneado de forma sistemática.
Sea como fuere, felicidades, campeonas, al menos a mí me habéis hecho llorar.
NOTA: Para otro día dejaremos la cagada machista del beso...
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