RUBIALES (III)
No ha dimitido ¡ole tus cojones! dicho con todas las de la ley.
Yo me alegro. Ahora me explico. Pero primero, si no habéis visto o escuchado su declaración en la asamblea, os invito, es una síntesis del machirulismo patrio y rastrero de manual. Impagable.
Y ahora me explico: me alegro de que no dimita porque me parece que es más justo que le echemos. A la puta calle. Con una patada en el culo, y que luego, desde fuera, si quiere dedicarnos otra tocata de huevos, que seguro que se acuerda de dónde los tiene, pues está en su derecho, ya no es nuestra responsabilidad.
Parecía imposible que después de agarrarse los machos en una final femenina (manda cojones, y nunca mejor dicho), de levantar en volandas a jugadoras y calzarle un beso a una de ellas, la cosa pudiera empeorar. Pues sus supuestas explicaciones, en las que solo pide perdón, y matizado, por el tema de los genitales, enfangan más su figura, porque se mete en todos los charcos y de todos sale, desde la arrogancia, desde la prepotencia, desde el sentido de verdad única que tienen todos los tiranos, y de todos, digo, ha salido manchado, embarrado, sucio, puerco, asqueroso. No va a haber lavadora que pueda limpiar su imagen, ahora ya no, su última oportunidad ha sido despreciada por su ego de machirulo tradicional. Ahora que asuma las consecuencias, que las habrá, porque hay mundo fuera de la asamblea de la federación. Por cierto, hago de adivino: esos que han aplaudido su discurso de hoy en el endogámico encuentro federativo, le darán la espalda de manera más o menos pública, cuando ya no sea el Presi. Tiempo al tiempo.
NOTA DEL 29/08: "esos que han aplaudido su discurso de hoy en el endogámico encuentro federativo, le darán la espalda de manera más o menos pública, cuando ya no sea el Presi. Tiempo al tiempo. "...
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