5 de enero de 2023

 LUCAS: 


Lucas Pérez. No sé si os suena, es jugador de fútbol, un delantero resultón del Cádiz. Pues ha decidido sacrificar cuatro días de sueldo para poder cambiar de equipo, volver a su ciudad y jugar en el Depor. Si, la friolera de cuatro días...del nuevo sueldo de Cristiano, otro jugador de fútbol. Desde mi pelotera visión representan el Yin y el Yan del deporte de las porterías. Para ti y para mí 2 millones de euros son, como mínimo, una vida laboral. Pero para Ronaldo son, eso, dos días de trabajo. Y para Lucas pues son año, año y medio, dos. Pues llegado a la treintena, este jugador ha decidido volver a su tierra, a jugar con su gente, bajarse el sueldo, bajar dos categorías por tratar de ayudar a retornar a la élite al equipo de su corazón. Es una rara avis en un mundo donde el corazón se viste de dólar y donde se besan los escudos con demasiada facilidad. A mi lo de Ronaldo no me parece mal, pero eso no significa que me parezca bien o que no tenga una opinión sobre ello. Es un hombre negocio, ególatra, egoísta pero muy profesional. Y si le pagan eso, me da, es porque o le genera o porque quien paga le sobra. Ayer me imaginé una escena del tipo papi, papi, quiero a Ronaldo y el Jeque ¿en el FIFA? No, no, de verdad, lo quiero de verdad...No debemos olvidar que, tanto uno como otro, todos los que viven de la pelota, son profesionales y juegan por un salario con el que cubren sus necesidades. Si a ti te pagaran cuatro veces más por cambiar de empresa, lo más probable es que cambiaras, y nadie, en la vieja y en la nueva, te miraría con cara rara por hacerlo. Ahora, podrías seguir, por la razón que fuera, en tu vieja empresa, ganando menos dinero, y te miraría con cara de este tipo es de fiar. O quizá un idiota. Pero, en definitiva, está decidiendo sobre su futuro profesional. La diferencia está en que ni tú ni yo, cuando cambiamos de empresa, besamos el logo ni vamos por ahí diciendo que llevabas toda la vida queriendo trabajar para...quizá si empezáramos por ahí...

No hay comentarios: