Hoy que es un día muy futbolero, que en los cafés del desayuno se comentará aquella oportunidad, aquel fuera de juego no pitado y aquella mano que no fue cuando era lo que no era, me he puesto a pensar en la proliferación en facebook, que es como nuestra cloaca colectiva, de grupos que apelan al orgullo. Orgulloso de ser culé. Orgulloso de ser del Madrid. Orgulloso de ser del Rayito. He buscado en el diccionario de la Real Academia, que mientras no se demuestre lo contrario, como mi pareja, siempre tiene razón, la definición de orgullo: Arrogancia, vanidad, exceso de estimación propia, que a veces es disimulable por nacer de causas nobles y virtuosas. Y me entero que viene del catalán, lo cual explica algunas cosas. Pero volviendo a la palabra, y más bien al concepto, lo dice claro "estimación propia". Es decir, yo me puedo sentir orgulloso de como he afrontado un problema, de como he superado un reto, de como he enfocado mi vida, incluso de como se comportan mis hijos. Pero ¿te sonaría bien que dijera que me siento orgulloso de lo guapos que son?¿a que no? Pensarías o que soy un pedante que no sabe como decirte que sus hijos son una preciosidad o que las babas me han invadido el raciocinio. Entonces ¿cómo puedo sentirme orgulloso de un equipo de fútbol?¿qué son?¿qué he hecho yo para que ese equipo haga lo que hace? Me puedo sentir feliz de haber elegido el bando de los ganadores, o de estar en los que siempre pierden pero son más divertidos. O en los que van de blanco y no en los que van de amarillo. Pero ¿orgulloso?¿de qué? Y saliendo del rectángulo cerebral del fútbol tenemos más ejemplos. La gente que se siente orgullosa de ser madrileña, catalana, o española ¿Orgullosa de una casualidad geneticogeográfica? Me puedo sentir contento o aliviado de no haber nacido en el cuerno de África y poder estar escribiendo esto en lugar de andar descalzo cuatro kilómetros en busca de un pozo. Si fuera mujer me podría sentir feliz de no haber nacido en un país radical religioso. Pero ¿orgulloso?¿por qué?¿dónde está el mérito de haber nacido donde he nacido? Es absurdo y simplón. Llamemos a las cosas por su nombre, todo será más fácil.
31 de enero de 2013
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