VIOLENCIA VICARIA:
Atendiendo a las cifras de este inicio de año, si eres menor de catorce años, tienes más probabilidades de morir asesinado por la pareja o ex pareja de tu madre, sea o no tu padre, que en un accidente de tráfico. Si siguiéramos la proyección iniciada en los que llevamos de 2024 morirían en España 24 niños por violencia vicaria y en las carreteras, en 2023, fueron 22 los fallecidos. Así, poniendo las cifras en comparación, entiendo que es más fácil asumir que se trata un problema serio, muy serio, esto de los asesinatos de niños por hacer daño. Espero, confío, hasta rezaría si estuviera dotado de fe, para que los datos de los primeros meses hayan sido una macabra anécdota, pero, sea como fuere, dado que uno ya sería intolerable, sean las que sean las cifras que arroje el final del 2024, es urgente ponernos manos a la obra, porque una sociedad que se precie no puede tolerar este nivel de violencia contra la infancia, ni este riesgo latente. No soy experto, no puedo aportar soluciones, solo mi indignación, y más cuando tengo que escuchar ciertos comentarios, ciertas sandeces, de políticos, sí, pero también de personas de mi entorno, a las que me dan ganas, cuando relativizan este asunto, mezclando churras con merinas, denuncias falsas y feminzacis, de mandarlos, literal y metafóricamente, a tomar por culo. Me falta valor, o me sobra vergüenza, pero es verdad que, en lo personal, debería ser más beligerante con ciertas actitudes. Lo reconozco, ya va en mi carácter, la tendencia a eludir el conflicto me impide poner las cosas en su sitio. Mea culpa, porque falta, lo que se dice falta, hace, y mucha.
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