SEGUIDORES DE PUTIN:
No sé si te pasa a ti, pero estoy como hipnotizado por las imágenes. No paro de mirarlas. En modo foto y en los muchos videos. Los miro a ellos. No al dictador, sino a los que hay detrás, en los muchos planos. Es algo que me pasa siempre cuando un líder habla y detrás hay un grupo de acólitos celebrando sus frases. Me encanta ver como asienten y como entran al trapo en las subidas de tono para los aplausos. En fin, disfruto de su profesionalidad en el papel de afiliado del partido. Pero esta vez, ay, que las caras me han parecido otras. El mensaje corporal no me parece el mismo. De hecho, advierto recelo, y por mucho que lo miro, una y otra vez, no cesa esa impresión. ¿No os parece a vosotros que resultaría creíble imaginar que tras los fondos ocultos hay un par de batallones con las armas cargadas...y que ellos lo saben?
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