25 de abril de 2023

 VALIENTES...EN COMPAÑÍA: 

Supongo que habréis visto las imágenes. Porque todo lo que ocurre en un campo de fútbol adquiere el status de global casi al instante. Un aficionado culé baja las escaleras de uno de los graderíos del Camp Nou para arrancar una bandera del Atletico de Madrid (contra el que jugaba su equipo...dejaremos a un lado que la bandera incluyera el rojo y el amarillo) ante el aplauso generalizado del público presente en esa parte del campo. El aficionado atlético, polaco, para más ironía, defiende su tela de la agresión. Hay muchas cosas que me chirrían. La gente a la que ofende una bandera ¿no tiene en alta estima la suya?¿no debería haber una especie de paralelismo en esto? A ti, para quien tu bandera es lo más, ¿te cuesta entender lo importante que es la otra para el otro? Porque yo de banderas ni entiendo ni quiero entender, pero ¿ellos? Luego está el aplauso, la algarabía, casi diría que el agradecimiento del público. ¿Había padres aplaudiendo el acto con sus hijos?¿le estás explicando que cuando una bandera no te gusta la puedes arrancar querido padre?¿le estás convenciendo a tu hijo de que no lleve banderas o camisetas del Barcelona si está fuera de Cataluña porque será legítimo que se las arranquen o le echen del estadio?¿o solo es la de los demás la que molesta? Y lo más importante, viendo a los dos personajes, el que quita la bandera y el que la defiende, me los imagino en una habitación de cuatro metros cuadrados cerrada con llave por fuera, y ahí sí, ahí si que tendría curiosidad por ver si el que baja tan deprisa las escaleras de su campo se atrevería, en terreno neutral y acotado, a arrancarle al aficionado colchonero la bandera de las manos. Me da que la valentía va por barrios, vamos, que los hay muy valientes cuando juegan en casa que dudo mantengan la gallardía en territorio hostil. Cada día me gusta más el baloncesto.  

No hay comentarios: