Un miedo atroz de súbito satura
los sueños de un hedor a nube ajada
y anega con su estiaje la alborada
tintando sus celestes de cordura
y llueve en los adentros de la oscura
mazmorra una sequía bienhablada
sinónimo de abismo y barricada
fraguado en la mudez de una impostura
(el ruido de la luz en la pupila
del pez aguadenoche es una huella
de sal en la memoria que titila
ahogando en la evidencia la epopeya
un mar de arena estéril que aniquila
con su hosco resplandor la última estrella)
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