Pues la semana la verdad es que fue espectacular. Empezamos el sábado, celebrando el cumple en casa, unas treinta personas y zas, la madre, uy, me parece que he roto aguas y salimos corriendo, entre los vítores de los invitados, camino del hospital...ah, que no es esa semana de la que tengo que hablar. Pues de la otra he pasado de puntillas, y me entendéis, ¿verdad?. Lo que ocurre es que la cosa no ha cambiado demasiado, que si los críticos atacando a Rajoy, que si la paradoja del Ebro (el de ¡ No al trasvase !) amenazando con sus furia marrón las instalaciones de la Expo, la crisis que sin ser crisis no deja de ser lo que no es, la salida de Pepu (en este país nada como triunfar para que te echen si eres entrenador), el paro que sube, Obama que por fin (sí, por fin, madre, que tostón) sale candidato, la luz que sube, y la verdad es que poco más os puedo decir que no tenga que ver con sacar gases, acunar, cambiar pañales y el largo etcétera de la paternidad. En fin, para la que viene intentaremos estar más atentos.
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