23 de enero de 2025

 ADMINISTRACIÓN...¡PÚBLICA!

TOMA 1:    

Tengo un seguro de vida (Alliaz) que ya no me interesa. Dado que es anual, a principios de octubre, conociendo el dinosaurio paso de las grandes compañías, contacto con la aseguradora para asegurarme, valga la irónica redundancia, de que estaba a tiempo de cancelarlo. Me dicen por teléfono que debo hacerlo por la web. Voy a la web, con una navegabilidad razonable, encuentro el apartado para solicitar la anulación. Me informa una pantalla emergente que mi solicitud, con el número tal, ha llegado con éxito, que en breve contactarán conmigo para confirmarla...Pasan los meses, y cuando ya se barrunta la lotería de Navidad , extrañado, contacto con la aseguradora de nuevo. Vaya, mi solicitud no ha sido atendida, como tengo corredor de seguros (ya ni lo recordaba...) estas gestiones debo hacerlas con ellos. Pero la aseguradora no tiene intención de informarme de ello...Contacto con mi corredor, me confirma que son ellos, lo hace, con la advertencia de que podemos no estar a tiempo...Aprovecho y solicito un cambio de seguro, en el de la vivienda. Realiza la gestión y confirma que el cambio es ok. Pasan los meses y ¿os digo como estamos? Tengo que dar un parte al seguro de la vivienda, y no lo tengo porque la aseguradora en el cambio pasó el cargo a una cuenta que ya no existe...y acaba de llegarme el cargo del seguro de vida que ya no quiero y que en octubre inicié los trámites, según las propias indicaciones de la aseguradora, para tratar cancelar...

TOMA 2

Para una gestión privada acudimos al juzgado de paz de la población donde vivimos. Para ello requiero de un certificado de nacimiento. Ingenuo, me presento con una solicitud no finalizada pero con uno viejo, de cuando todavía no sabíamos que a Barcelona le iban a dar unas olimpiadas. No sirve, nos dice la funcionaria. Tratamos in situ de finalizar la solicitud incompleta, pero somos incapaces. Ella dice que lo va a intentar por su cuenta. Se cuela en su oficina, a los diez minutos vuelve, que no puede, que se queda como pensando. Vuelve para intentarlo...nada, sigue pensando...Lo vuelve a intentar y zas, ahí está, mi certificado de nacimiento emitido y podemos, gracias a su diligencia, finalizar los trámites en una única visita. 

CONCLUSIÓN: Cuando tenga que dejar a una persona querida al cuidado de una entidad, intentaré con todas mis fuerzas que sea pública...me fío más. 

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