SÁBADO, SABADETE, empieza con cuentete...
DERECHOS:
-Hubo un tiempo…-carraspea el anciano,
una estrategia para permitirle a su memoria seguirle el paso a su entusiasmo-
en la que los robots, hijo, no tenían derechos.
-¿En serio? – el pequeño abre sus
inmensos ojos como platos. Le gusta cuando su abuelo le cuenta historias de
otros tiempos.
- Sí, sí, los humanos nos hacían
trabajar sin descanso; día y noche, día y noche…
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