FINALISTA SEMANAL RELATOS EN CADENA (CADENA SER):

Por fin, después de diez o doce envíos, un cuento mío logró colarse entre los finalistas semanales. 

Ahí están esos diez minutos, con emoción final...ahí lo dejo.  

 CUENTO PREMIADO:

Hacía tiempo (más de tres años) y hace ilusión (mucha): he vuelto a ganar un concurso literario.

Tiene aportación económica. Y lo dejó aquí, primero, porque es muy importante. Al final escribir, más allá de un vicio, es un espacio en el que se invierte tiempo y dinero. No me presento a ningún concurso que requiera impresión en papel, pero al final, gastos, siempre hay. Así que un poquito de retorno, para el ego y para el bolsillo, a partes iguales, es especialmente bienvenido. 

Esta vez ha sido en un pequeño pueblo de Ciudad Real (Bolaños de Calatrava). 

El cuento ganador se titula El viejo forense, y no es por remar a favor de viento, pero le tenía mucha fe. Era de mis favoritos. Y digo era, porque desde este instante desaparece de la caterva de presentables. Habrá que buscar otro niño mimado para airearlo por ahí, de concurso en concurso. 

Ah, para los despistados, según mi dni soy valenciano...

 SÁBADO, SABADETE, empieza con cuentete...

DERECHOS:

            -Hubo un tiempo…-carraspea el anciano, una estrategia para permitirle a su memoria seguirle el paso a su entusiasmo- en la que los robots, hijo, no tenían derechos.

            -¿En serio? – el pequeño abre sus inmensos ojos como platos. Le gusta cuando su abuelo le cuenta historias de otros tiempos.

            - Sí, sí, los humanos nos hacían trabajar sin descanso; día y noche, día y noche…

 X ANIVERSARIO: Yo prefiero, como siempre, simplón, pero no por ello evidente y trsite...

 NUEVA CANCIÓN: 

Pues eso. Que supongo que durante un tiempo os cansaré un poquito con canciones. Soy letrista vocacional, yo diría que hacía canciones antes de saber lo que costaba escribir novelas. Como músico estaría en tercera regional, así que la IA pone de su parte. Y lo de los videos, pues bueno, si eres visitante de este rinconcito, ya sabes lo que me gustan. 

El resultado, esta vez, es...Ricitos de oro (letra sin datar, pero de unos 20 años...)

 Empezamos la semana en modo CUENTO: 

EL HOMBRE SOSPECHOSO:

            No termina de leer la noticia, que todavía tintinea en su móvil; total, él es del Atléti ¿qué le importa el dichoso Mbappé? Al levantar la vista se fija en él. Es el momento que elige su corazón para acelerarse durante unos eternos segundos. Siente los latidos en las sientes y un profundo vértigo, el eufemismo con el que suele disfrazarse el miedo. Mira a la chica que tiene en frente. Bajita, con flequillo a lo Cleopatra. Los ostentosos cascos dorados forman un círculo con su inabarcable sonrisa. En circunstancias normales solo se habría fijado en el escote, pero ahora le gustaría pedirle que observara al tipo extraño y lo que maneja entre las manos. Quizá solo sean imaginaciones suyas. Puede ser generosidad o la esperanza de que, al compartir el miedo, éste sea menor. No sabe cómo hacerlo. Ella parece intuir la mirada de su compañero de vagón y agranda un poquito más su sonrisa, tímida, pese a todo, como si esperara encontrar algo más que miedo en esos ojos tan abiertos. Un gesto con la mandíbula, acompañado con una ligera inclinación de la cabeza, la invitan a mirar a su izquierda. Lo hace. Casi se le cae el móvil del susto, que voltea entre sus dedos como un acróbata en el fin de su ejercicio. El breve, pero intenso, suspiro llama la atención de su compañero de asiento, que instintivamente mira también a la izquierda, donde sigue el hombre, ajeno al temor que ha empezado a generar en el vagón. El mismo instinto le invita a cerrar el ipad sobre su pecho, ¡qué importa perderse lo que le queda de capítulo! Solo queda una mujer, de avanzada edad, que trata de ver todos y cada uno de los videos que le reenvía su nieto. Suerte que está jubilada, se dice, abriendo uno tras otro. Todos la observan y ella termina sintiendo esas miradas. Los audita uno a uno, como esperando encontrar una explicación a tanta expectación. Entonces lo ve. En la esquina. Solitario. Guarda como un resorte el móvil y se levanta, para no sentirse tan sola, ni tan cerca de él, colocándose junto al joven del atleti. El silencio dentro del vagón hace evidente, no solo en la preponderancia del traqueteo, sino la tensión espesa que empieza a acumularse. Llega una nueva estación. El tren decelera, hasta pararse al completo. Los cuatro se miran. Es el momento de huir. Músculos en tensión. Las puertas se abren. Pero entonces el hombre sospechoso se da cuenta de que es su parada, cierra el libro de golpe y sale aceleradamente. Cuando las puertas se bloquean de nuevo, todos respiran aliviados.

NOTA: Inspirada en una frase de la novela "Orquesta" de Miki Otero. 

 ESE CAÍ OE¡:

    Soy del Cádiz desde el verano de 1992. Es un amor incondicional, independiente de dónde estén, en primera, en segunda o allá donde les lleve el futbol. Es totalmente compatible con mi madridismo moderado, es más, creo que complementa justo lo que le falta a éste: ser de quien casi siempre pierde. Soy amarillo por casualidad, la que me llevó a hacer la mili allí y conocer a su gente. Y no he dejado de serlo en estos más de treinta años, porque son diferentes. Su gente, sus jugadores y la institución. Desde hoy me tatúo mi forofismo a fuego y prometo, aquí, en este espacio, que es mío, incumplir uno de mis principios, el de no pagar por una camiseta de fútbol a ningún club. Y sí, cuando la vida me de un respiro y deje de mirar la cuenta bancaria todos los días, me compraré la camiseta del Cádiz Club de Fútbol. Y lo haré por ser como son, y por la señora María. 

Ni todos los políticos son iguales, ni todos los equipos de fútbol...

 ULTRADERECHA Y LO PÚBLICO: 

La ultra derecha (¿no es una redundancia...?) ha sido la gran ganadora, a nivel europeo, en las últimas elecciones. Esto es inapelable. 

Me viene a la mente aquella frase de "primero vinieron a por...". Pues eso, ¿vamos a hacer algo? En España, ya normalizado el espacio de VOX, acaba de llegar un segundo partido, a la derecha de éste, llamado Se acabó la fiesta y cuya mayor aportación, de momento, es prometer cárceles de alta seguridad sin piscinas y deportación a todos los criminales que entran en España. No sé si esto sería aplicable, por ejemplo, a Putin y Netanyahu o solo a los que vienen en las pateras. Hoy, que en las radios proliferaran los análisis, cada uno nos lameremos las heridas con las revisiones que nos inflen las velas. Yo, por ejemplo, acabo de escuchar que allá donde fallan los servicios públicos es donde más crece la ultraderecha y que cuidar lo público es, por tanto, el mejor cordón sanitario contra los nazis. Compro la idea. La hago mía y la comparto: cuidemos lo público. 

 MUJERES MADURAS: 

Apoyo la creación del físico de mis personajes con fotografías reales que saco de revistas y publicaciones varias. Es lo que llamo el glosario de caras. Es un catálogo voluntariamente sexista, edadista y racista en el que agrupo todos los rostros que pueden servirme de modelo. Hombres, mujeres, jóvenes, maduros, mediana edad, negros, otras razas. Voy acumulando. Hoy mismo he hecho el reparto de la última cosecha. He celebrado con cierto alivio incluir dos nuevos rostros en el sobre de "mujeres maduras". Porque es así, en las revistas es más fácil encontrar hombres, de cualquier franja de edad, en cambio, mujeres, no tanto. La mujer madura, la abuela, es una rara avis. No es algo que pensara con anterioridad, es algo que estoy comprobando en este ejercicio de recolectar rostros para futuros personajes...

 REZAR: 

Pues nada. No te molestes en ir a votar este domingo, que el día antes van a rezar un rosario frente a la sede del Psoe en Madrid y si Dios está de su lado ¿qué podemos hacer tú y yo pequeño mortal? No sé qué me pone más triste, sí que se autorice una protesta en la jornada de reflexión (yo no puedo ir a votar con camisetas reivindicativas...), si que ellos crean  que rezar es una protesta o que estos pobres hombres y mujeres sigan pensando que su Dios, todopoderoso, magnánimo e infalible, requiere de cientos de personas murmurando una y otra vez lo mismo, agarrados a unas cuentas, para tomar sus decisiones. Insisto, rezar a una divinidad esperando el favor de un Dios es aceptar la prevaricación divina. Que digo yo que si convoco una manifestación frente a la sede del PP para hacer vudú, me da que no me lo iban a autorizar. Vayamos, pues, a la parte mortal ¿por qué no se puede inaugurar una carretera, ni publicar una encuesta, en la jornada de reflexión y sí que se puede autorizar un acto frente a la sede de un partido? Y a mí no me molesta que recen, pero como otras veces, lo veo en modo deporte. A mí, que no se pueda botar antes de dar el primer paso en baloncesto, no me gusta, pero son las reglas, si juegas hay que hacerlo aceptándolas. Lo que me molesta es que no se aplique, incluso peor, que se aplique solo cuando el que sale botando tiene un determinado color en su camiseta. Ahí si que me tocan la fibra. Y pasa, vaya que si pasa. Aquí los hay que dan dos, tres y hasta cuatro pasos antes de botar el balón y el árbitro sigue a lo suyo, supongo que rezando el rosario. Claro, que hay que recordar que los jefes de los árbitros, contra la norma prevista, siguen siendo los mismos cuando no deberían  serlo desde hace más de un lustro...Blanco y en botella. 

 ¿IZQUIERDA?

Lo he visto en Valladolid. Me acerqué al cártel electoral, contra mi costumbre, porque el lema me golpeó directamente a la línea de flotación de mis principios: si no es española no es izquierda. Fin de la cita.

No sé, para mí leer eso es como si hubieran escrito: si no es español no es un olivo. Si no es español no es trigo. Si no son españoles no son ríos. Si no son españoles no son humanos...Absurdo. Es un oxímoron, desde mi cojera, porque izquierda es todo lo contrario a española; es universal, integradora, internacionalista. La internacional ¿le suena a los de este partido? No sé quienes son, un partido de izquierdas, se pongan como se pongan, no me lo parece. El nacionalismo nunca puede ser de izquierdas. A lo mejor soy un utópico o un pintamonas, pero de este burro, con cojera incluida, no me bajo.