17 de julio de 2013

ANÓNIMOS

Ocurre cíclicamente. Entran en el blog (o entra, al ser anónimo...), dejan su ponzoña, buscan el conflicto y desaparecen. Una tormenta de mala baba de corta duración. Ocurre en otros blogs, no me siento nada especial por ello. Esta vez ha lanzado sus dardos contra mi supuesto talento, censurando mi poca mordacidaz, mi nulo ingenio y mi corrección política, que al parecer me aboca a la vulgaridad. Además ha pretendido insultarme llamándome funcionario, lo cual no sé como tomarme. Y es tentador dejarse llevar por el espíritu Vitorino y entrar al trapo, pero ¿para qué? Como decía mi abuela, que no quería ser escritora (ni falta que le hacía): en el pecado ya tiene la penitencia. Aunque no deja de ser curioso que estos adalides de la ingeniosa y buena literatura, como oposición a la española que se precie, no ofrecen alternativa alguna. No veo que tras dejar a la altura del barro mi rinconcito me ofrezcan otro y me digan, mira, mira como se hacen las cosas y aprende, chavalito. En todo caso me regalan frases tan incomprensibles como “sin embargo todo va está bastante más jodido cada dia”. Me recuerdan a algunos compañeros de trabajo con los que como. Compartimos plato, ven que yo lo degusto con normalidad y empiezan a echar pestes sobre él, que si es incomible, que cómo puedo echarle la cuchara a semejante bazofia. Me parece una falta de respeto ¿Y por qué digo esto? Porque este tipo de lector, que se atreve a transformar en roña lo que escribo, está diciendo a los demás lectores (que los tengo) que son comedores de mierda, lectores de lo vulgar ¿Quién se cree él para decir a esas setenta u ochenta personas que no tienen criterio para elegir los lugares a los que entran? Esa arrogancia siempre me ha parecido macarrismo de picha corta de patio de colegio. Intenta faltarme al respeto, pero lo hace a aquellos que deciden dedicar tiempo a lo que escribo. No vendo el Trastero como una isla indispensable de la blogsfera, nunca lo he hecho y nunca lo haré. Así que la soberbia de entrar en mi casa y censurarme es un gasto energético innecesario. Eso sí, divierte imaginar el perfil de persona que hay detrás. Ese juego sí que es nutritivo. Ahora, amigo anónimo, me guardo el legítimo derecho a reservar para mis novelas el resultado y como ya sabes que soy un pésimo escritor no correrás el riesgo de que editor alguno saque a la luz tu personaje.

Nota: ah, "anónimo", ya ha salido a la luz el comentario "censurado"...

3 comentarios:

Anónimo dijo...

Leo el blog hace años y siempre me ha gustado....un crónica diaria bien escrita y sin más pretensiones que a mi personalmente me entretiene y de vez en cuando me remueve el pesamiento

Anónimo dijo...

Te remueve el pensamiento? venga hombre...

Este "chico" podria tener potencial, si no fuese porque es un rehen de lo politicamente correcto, la tonteria y la moda. No te preocupes.... Larrey jamás dirá nada que escandalice a todo el mundo, siempre contentará a unos u otros.

No es una pena, es lo que hay. Es la razón de que los intelectuales sean cada vez menos brillantes, es el hijo de su tiempo, donde pensar es un riesgo si vas contracorriente, si pensar recibe menos alabanzas que aplausos.

Un blog de lo que podia haber sido y no fue. Lo que es lo mismo, encontrar más de lo mismo en un votante que sin muchos problemas se averigua lo que vota, porqué y por quien.

¿son necesarios más blogs pro sistema, esto es, "intelectualoides" que reafirman con "pequeños matices" que el sistema vaya a donde va?

Yo no lo creo. Y este señór, medianamente acomodado en su complacencia no aporta nada a lo que podriamos denominar como "solución"

Anónimo dijo...

es que no le entiendo?primero yo leo y digo y pienso lo que me da la real gana por lo tanto no se quien se cree usted para poner en cuestion sí me remueve o no...faltaria más segundo es tan sencillo como que no vuelva a entrar..parece masoca .yo entró en u blog y no me gusta lo que leo no y no vuelvo q entrar.Estamos hablando de un blog , de la opinión de una persona que escribe lo que quiere ...por lo tanto no puede pretender que cambie su manera de ser o de pensar es ridiculo .vamos que como se dice en mi pueblo es usted un tocapelotas de cojones .saludos