7 de octubre de 2024

LOS QUE SE EXCEDEN: 
Hace unos días disfrutábamos de una fiesta muy especial en una casa de Vallecas. La convocatoria, por eso del respeto de los vecinos, era de dos de la tarde a once de la noche. Música y gente hablando en una terraza. A las cuatro de la tarde acudió la policía (Municipal) llamada por una vecina que, al parecer, no podía echarse la siesta con nuestro escándalo. No es excusa, ni nada determinante, pero la edad media de los presentes superaba los cincuenta. Quizá el tipo de música, del siglo pasado en su mayoría, era molesta de forma especial. El caso es que el dueño de la casa cometió el error (esta es una opinión personal) de abrir la puerta vestido con una chilaba. Los policías le comentaron como estaba el asunto, que en esencia consistía en que si tenían que volver le iban a poner una multa de 3.000 euros. Sin preguntar, sin medidas adicionales como medir el ruido de forma inequívoca. A todas luces un "como me hagas volver te cagas". Así que nuestro amigo, y sobre todo el conjunto de los invitados, decidimos meternos en la casa para minimizar el ruido. No era legal ni la reclamación de la vecina, ni la actuación del policía, que tiene que explicar los términos incumplidos antes de multar. Pero...nacimos la mayoría en los estertores del franquismo, y nos quedan los rescoldos del obedecer a la autoridad. Y 3.000 euros, pensando en nuestro amigo, o el engorro de reclamar, nos parecía demasiado pedir. Hoy, me he encontrado con esta noticia y he pensado ¿será casualidad?¿será que es una práctica común o es que tuvimos la mala suerte de tocarnos el mismo "munipa"?


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