Hoy, de nuevo, dejamos que las imágenes hablen por mi...

 VIOLENCIA INTRA: 

El PP, Vox mediante, está tragando con lo de la violencia intrafamiliar. Y yo me pregunto ¿qué les parecería si aplicamos esa misma lógica a otros órdenes de violencia? No hace falta complicarse mucho la vida, basta con comprar su argumento y extrapolarlo. No hablemos de violencia machista porque es una violencia, como otra cualquiera, que tiene lugar en el seno de la familia. De ahí lo de intrafamiliar. Bien, pues yo propongo que en lo sucesivo dejemos de hablar de terrorismo de ETA y pasemos a llamarlo violencia Intranacional, total, ¿no era una violencia en el seno de la nación? Claro, que cuando tu sinrazón la sacas y la aplicas a otras razones ya no te hace tanta gracia. Pero ni lo intentéis, nos ganan por la mano en esto, les sobra experiencia, llevan siglos cambiándole el nombre a las cosas. Si nos tragamos lo de Guerra entre hermanos por no llamarlo golpe de estado ¿qué no tendrá cabida en nuestras tragaderas?

 Hoy un poco de humor aunque, gracia, lo que se dice gracia, tiene más bien poca...

 NO ES IGUAL:

Algo que se dice una y otra vez, no hace falta que sea una mentira, sino una verdad a medias, tiende a convertirse en verdad indudable. E incluso quienes tenemos interés en que eso no sea verdad, colaboramos sin darnos cuenta. Os voy a poner un ejemplo: desde la izquierda es un mantra censurar que la derecha que, cuando gobierna, baja los impuestos a todos los niveles de renta por igual. Pero eso es mentira sin dejar de ser cierto. Me explico. Si yo te digo que van a bajar a todos un 1% la presión impositiva, en función de donde nade tu sardina y/o tu cojera ideológica puedes pensar que es justo porque nos bajan a todos lo mismo, o injusto precisamente por eso, que debería bajarse más a quien menos tiene. Pero ¿es verdad?¿nos rebajan a todos lo mismo si hacen una rebaja generalizada del 1%? Vamos a las matemáticas. Si ganas 20 mil euros anuales digamos que ese 1% puede suponerte (es una figuración) 200 euros, pero si ganas 300 mil al año, aplicando la misma regla supuesta, esta rebaja, aparentemente equitativa, va a suponerte 3.000 euros. Así que, como casi siempre, la verdad está en los detalles. Si te dicen, en lugar de que a todos un 1% que a ti 200 euros y al director de tu empresa 3.000 euros pues dudo que tragues con eso de que nos han bajado los impuestos a todos por igual. 

 EMPATÍA: 

Salía del médico. Es cosa de la edad, en este mes he visto a la doctora más que a mi madre. Delante de mi iba una mujer. Rubia, más bien alta, vestido largo de verano, caminar dubitativo, entre los 50 y los 60, que las mujeres que se cuidan hacen muy difícil el cálculo. Cuando la rebasé me dio la impresión de que lloraba. Esa impresión la corroboré mientras me alejaba de ella. Llevaba papeles en la mano, salía del médico...Pero no lo pensé, la verdad. No puse la maquinaria del lóbulo frontal a carburar haciendo cálculos con la información que, a toro pasado, os estoy dando. No. Es algo que sale. Un gesto instintivo que, creo, es la clave de que seamos la especie más terca con la subsistencia que ha habido jamás en la tierra. Tiene nombre. Así que me di la vuelta y pregunté sin esperar una respuesta porque la sabía.

- ¿Se encuentra usted bien?- estudié EGB, así que sigo usando el usted con los desconocidos. Ella me miró con la misma cara que hizo Elliot cuando se encontró a ET. En ese momento, para ella, lo era. Tardó unos segundos en contestar. 

- Si, si, tranquilo- miré los papeles. La miré a ella. Creo que tardó en perder la desconfianza, como si en mi pregunta hubiera truco. Los dos fuimos conscientes de la información era evidente. Entonces se sinceró.- Bueno, no, no estoy bien...- y volvió el silencio. 

- Ya...pero me da la impresión de que no puedo hacer mucho para ayudarla.- otra vez miré los papeles. Ahora no quería decir nada con la mirada, pero no siempre controlo mis gestos. 

- No, la verdad es que no, pero te lo agradezco. 

- Bueno, si puedo ayudarla en algo, dígamelo.- Sonrió. Tampoco podía hacer mucho más, así que seguí caminando hacia mi casa con la impresión de que, pese a estar mal, aquella mujer estaba un poquito mejor después de mi pregunta. Unos 50 metros me quedaban de esa calle, luego enfilé otra y unos 200, 300 metros más abajo empecé a escuchar gritos. Plena canícula, caminaba solo, así que al tercer ¡hola! gritado entendí que era yo el interpelado. Me giré. Allí estaba la mujer, ahora con un caminar más decidido, pidiéndome que esperara. 

- Perdona - me dijo cuando me alcanzó- es que me ha descolocado tanto tu interés. ¿Por qué me has preguntado si me encontraba bien?

- Bueno- la verdad es que no sabía como explicarlo, porque lo que no requiere explicación es más complejo ponerlo en palabras sin ser reiterativo- pues he pasado a su lado y lloraba, tenía que preguntarle. 

- Ya, pero es que no es normal. Es que me ha abrumado que te interesaras por mí- se apoyó en la pared, llevándose la mano al pecho en ese gesto tan ancestral- una no está acostumbrada a que un desconocido se interese en la calle...

- Ya, es la empatía, si se tiene, se tiene.

- Pues te lo agradezco mucho, me has emocionado ¿cómo te llamas?

- Antonio - no siempre encuentro fuerzas o merece la pena explicar que mejor Larrey...

- Pues Antonio, muchas gracias ¿quieres que te invite a un café?

- No, tranquila, de verdad, no hace falta. 

- Pues gracias- me dio la mano, y nos la dimos de una forma cariñosa, demorando el contacto. Lo sé, hubiera sido mejor un abrazo, pero en estos tiempos que corren, con la pandemia de por medio, digamos que cuesta más. Nos despedimos así y le deseé suerte. 

Aunque no lo parezca, no me siento orgulloso. Porque uno solo puede sentirse orgulloso de lo que cuesta trabajo y lleva implícito un esfuerzo personal. Pues de mi empatía, como del color de mis ojos, no puedo sentirme orgulloso, porque vienen de serie. Me siento feliz, eso sí, de tenerla. 

 RELEYENDO: 

Una novela (hablo como escritor) no la considero acabada hasta la tercera relectura. 

Con "La fotografía olvidada" voy por la primera, así que no descartéis que os cuele algún ejercicio egocentricoliterario como el de hoy en lo sucesivo. 

Ahí va un pequeño párrafo de mi última novela (todavía en galernas) que me ha gustado especialmente. Página 59 de 276:

"Claro, que hubiera sido útil que alguien me explicara que esos silencios que escondían sentimientos tan poco nobles como la ofensa, el rencor, la envida, los celos, la rabia, no desaparecían como si la ausencia de palabras fueran un sortilegio mágico, sino que caían a una fosa séptica de limitada capacidad".

 DE PRIMERA Y DE SEGUNDA: 

Ha ocurrido de manera irónicamente coetánea. 

Por un lado un pequeño batiscafo, un submarino pero con "cordón umbilical", sumergido a miles de metros para que unos privilegiados adinerados ( a doscientos mil euros por cabeza) sacien su legítima curiosidad submarina por los alrededores del barco hundido Titanic, Y por el otro cientos de personas, un número sin determinar, que huyendo del hambre y/o la violencia, tratan de alcanzar la costa canaria. Se pierde la comunicación con el primero, en ese momento un dispositivo internacional y espectacular, formado por aviones y barcos de varias nacionalidades con tecnología punta se pone manos a la obra, sin escatimar medios, tiempo (que se acaba) y sin cuestionar espacios territoriales, para tratar de salvarles la vida. En el segundo, se recibe un aviso de emergencia, porque la barcaza se hunde. Pero España - Marruecos, Marruecos - España por un quítame de aquí estas millas, no se ponen de acuerdo en si la barcaza está en tu casa, en la mía, pero no para correr a salvarlos y ponerse la medalla, no, no, ¡para no hacer nada! y ¿qué pasa? Pues que tardan tanto en hacerlo que hay personas que pierden la vida en el camino. 

Después de todo esto venía mi reflexión...pero creo que no hace falta, hay noticias que se comentan solas. Se pongan como se pongan los Derechos Humanos en papel, en el día a día, en la vida de verdad, hay personas de primera y de segunda...

NOTA: Esto se lo comenté a mis hijos a lo que el mayor me dijo, no, papá, no hay de primera y de segunda, hay de primera, de segunda, de tercera...Pues eso. 

 Hoy os dejo un anuncio muy particular, y cojo...

 CURIOSA MANÍA: 

Todos tenemos manías, la diferencia, en mi caso, es que yo escribo más de ellas, quizá, de lo recomendable para mantener cierto prestigio como individuo normal. Os cuento una que tiene que ver con otra de mis manías, la de escribir. Tengo tres novelas en el mercado, eso quiere decir que hay personas que las compran y me dicen que las están leyendo. Pues no lo puedo evitar. Como trabajo en casa no tardo demasiado en caer, si alguien me dice eh, me estoy leyendo tu novela, o me la he terminado, tengo la imperiosa necesidad de empatizar con él de una curiosa forma: ponerme a leer un párrafo de mi propia novela. Supongo que hay algo de modestia, un poco de vergüenza, un, madre, se la está leyendo ¿no será un desastre? Así, con esta rutina, y viendo que El hijo del patriarca y la princesa rusa, ya ha superado las 50 copias vendidas, pues podéis imaginar que me la he releído unas cuantas veces. ¿Lo malo? que soy un maniático, bueno, además de eso, que siempre, siempre, encuentro algo que podía haber escrito mejor. 

 Empezamos la semana con mi última aparición en el Hoy por hoy de la Cadena Ser...

 ACUERDOS CON: 

Yo lo veo así. En una conversación entre amigos, de izquierdas y de derechas, podría darse este diálogo: si es que los tuyos pactan con Bildu. Bueno, respondería el otro, y los vuestros con Vox. Bien pudieran, en ambos casos, pensar que lo comido por lo servido, es decir, es lo mismo, que lo mismo es. Pero no, para nada. Y tenemos Valencia como ejemplo. PSOE ha pactado con filoetarras y comunistas perroflautas, y en el camino han legislado leyes de esencia progresista (no siempre acertadas), han toreado una pandemia, una guerra, y una profunda crisis con los mejores resultados económicos y de paro en las últimas décadas. Y cambio, ya solo para el acuerdo, en Valencia, Vox ha impuesto el pin parental, la desaparición a nivel institucional de la violencia de género, con lo que eso supone para las políticas de ayuda y vigilancia, la derogación de la memoria histórica, con lo que supone para quienes siguen buscando a sus familiares enterrados en cunetas y fosas comunes, la negación del problema del cambio climático con la eliminación de carriles bicis y las zonas de baja emisión... En fin, que creo que unos pactan para avanzar y otros pactan para frenar. Para mí no es lo mismo, pero si pasas de vez en cuando por este rinconcito, ya te habrás dado cuenta de que escribo desde mi cojera...

 EL DISIDENTE CUBANO Y DONALD:

Estaba en mi rutina de ejercicios, con la radio de fondo, así que no tomé nota, pero juraría que era el presidente de emigrantes cubanos en Miami. Estaba en la puerta de los juzgados donde se juzga a Donald Trump. Ante el micrófono explica que él estaba allí para defender la América que defiende, a su vez, Trump. Y no deja de ser curioso que esto lo diga un tipo que, si fuera por Trump, seguiría sufriendo los rigores de la dictadura cubana y al que no hubieran dejado entrar a "su" país, ese que ahora siente tan suyo también. Aunque en cierto modo lo entiendo, es el famoso los que vengan detrás que arreen. Él ya está en USA, ya es americano de ley, así que a defender su tierra, con muros si hace falta, con armas, con soldados, con lo que sea necesario, para que no sea invadida por disidentes, emigrantes, ponedle vosotros el apelativo...Pena, eso es lo que me da. Mucha pena. Solo me daría más pena un currante que cobra justo el salario mínimo votando a un partido que vota en contra, a su vez, de la subida de dicho salario. Pero eso no pasa en USA, pasa en España...

TITULARES MENTIROSOS QUE ESCONDE LA MIERDA: 

Mirad, este es el titular: 

Luego entras en la noticia, y después de casi ahogarte entre publicidad emergente, localizas el patrimonio de "una de las mujeres más ricas de España"...145 mil euros, el salario anual, más o menos, de un director financiero medio de una multinacional. 

En esta lista, hasta donde me ha llegado la paciencia, no está la hija de Don Amancio, pero sí una conocida divulgadora...Belén Esteban...y tiene 2 millones de patrimonio.

Yo creo que no hace falta comentar esta noticia, es que se comenta por sí misma. 

 ZAPATERO:

¿Os acordáis? Era el demonio, hasta que llego Sánchez y entonces las mandíbulas de la derecha encontraron otra presa, más viva, más activa y, por lo tanto, más rentable. Para mí, que tengo mi conocida cojera, fue el mejor presidente de la democracia posterior al Franquismo. Esa es una opinión, por tanto, cuestionable. Aunque ahí están los datos, pero esos cada uno los interpreta según tenga su sardina más cerca o no del ascua a auditar. Pero de lo que no tengo ninguna duda, y siempre dentro del mismo periodo histórico, es que José Luis es el mejor Ex Presidente que hemos tenido, y me temo que vamos a tener en mucho, mucho tiempo, viendo como está el banquillo. Está donde tiene que estar, sin olvidar de donde viene y, salvo que yo esté mal informado, sin despeinarse el pelo con el aire de alguna puerta giratoria. Esto ya no es un dato, guste o no, es una realidad. 

 MIEDO AL SIDA: 

El sida se llevó al gran Mercury. Lo personalizo porque acotar ayuda a darle sentido a lo que tiene implicaciones globales. Su muerte, y la de otras personalidades de su altura, ayudó a que el miedo al sida se extendiera entre quienes no éramos, en teoría, población de riesgo. Es posible que sin estos mediáticos fallecimientos, los que no éramos homosexuales o consumidores de droga inyectada, no hubiéramos tenido tantas precauciones. Y eso hubiera agrandado el drama de una enfermedad instalada en el infierno colectivo de toda una generación. No sé si se puede considerar una pandemia, pero la vivimos como tal. Una pandemia acotada a ciertas actividades; y nos condicionó ¡vaya que si nos condicionó! El preservativo pasó a ser, como las llaves de casa o el DNI, algo que, sí o sí, tenías que llevar en la cartera. Ese miedo se ha perdido. Y no lo digo yo, lo dicen los datos. Nuestros hijos han perdido las cautelas en las relaciones sexuales de riesgo, esto es, las que uno tiene con personas que no son su pareja habitual (y siempre que su pareja habitual solo tenga como habitual la otra parte contratante...). Le auge de las enfermedades venéreas, algunas que, al escucharlas, te retrotraen a tiempos de guerra, a burdeles de otro siglo, es una realidad tan plausible como inquietante. Seguimos teniendo una barrera inconsciente que relega a otro momento esa conversación sobre sexo con nuestros hijos, y ellos encuentran en el porno casi toda la información. Y en el porno jamás se usa el preservativo y todos los órganos sexuales están sanos y hermosos. Pero los que tenemos una edad sabemos que esa no es la realidad, porque el porno debería estar en el estante de ciencia ficción. Tenemos un largo camino en cuesta por enmendar, así que más vale que nos pongamos preservativos a la obra.

 Pues vamos a empezar la semana con otro cuento...

MI PADRE NO LEÍA…

            Me encantaba ver a mi padre leer. Porque mi padre no leía, procrastinaba. Si la novela era mala, era como ir al Burguer, una Bigmac, por favor, gracias, adiós. Pero si era buena trataba de no perder detalle, tarde o temprano mi padre alzaría la vista. Daba igual el lugar, porque el horizonte en el que fijaba su mirada sólo estaba a su alcance. Frente a sus ojos bien pudiera estar el mismísimo Caribe o una de esas horrendas fotografías de platos combinados; daba igual, lo que veía solo podía verlo él. Si hubiera tenido superpoderes hubiera podido escudriñar a los personajes dentro de su cabeza mientras se peleaban, se recolocaban y braceaban en busca del mejor sitio en la historia. Me quedaba embelesado observando como apretaba la mandíbula, verdadero árbol de levas de su creación. Luego, regresaba a la novela, como quien regresa de las américas, rico o pobre, pero lleno de historias. Y sonreía porque se me hacían los dedos teclas, que es como mi padre había decidido, en su versión literaria, adaptar el refrán de los huéspedes. Sobre todo, trataba de no despegarme del móvil porque sabía, siempre era así, que tarde o temprano llegaría, al grupo que compartíamos con mamá, el mensaje con el ¿os apetece leer mi último cuento? Y, claro, siempre apetecía.

 

Basado en miradas reales…

 No se me ocurre mejor forma de empezar el fin de semana que con un cuento: 

UNO DE ELLOS:

Recuerda cuando era pequeño. La cantidad de veces que su padre le dijo lo mismo, siempre que él se escudaba en tal o cual comportamiento de algún profesor. Daba igual que fuera de matemáticas, de lengua, de inglés, siempre era el mismo argumento: no me importa lo idiota que sea tu profesor, lo importante es que aprendas a manejarte con ellos, no te puedes imaginar la cantidad de jefes idiotas que te encontrarás en la vida. Ya adulto no tardó demasiado en darle la razón, tardó algo más, eso sí, en darse cuenta de que él era uno de ellos.

 DEROGANDO, QUE ES GERUNDIO: 

Albertiño ha dicho que si gobierna, y lo hará, derogará la ley de memoria histórica, la ley trans y hasta el Ministerio de Igualdad. Creedme, no es eso lo que más me preocupa. Porque antes que él, en esa misma opositora posición, hubo otros que prometieron acabar con el divorcio, con la ley del aborto, con la ley antitabaco, con el matrimonio entre personas del mismo sexo y hasta con la ampliación de las aceras de la Gran Vía. Pero ¿sabéis que pasa? Que luego ellos son los que se divorcian, sus hijas las que se ven abocadas a interrumpir embarazos no deseados, sus hijos los que, sin peros ni manzanos, se casan, ellos son los que disfrutan más que nunca de los restaurantes sin humo y ¡qué bonita está la Gran Vía! centro del universo, que es España y a la inversa, Ayuso mediante. Lo que me preocupa de verdad es que meterán mano a la sanidad y a la educación. Ahí siempre van, directos, como las moscas a la mierda. Y no podremos decir que nos pillaron por sorpresa, que ya lo dice el refrán: cuando veas vomitar en las urnas de tu comunidad, por tus derechos a remojar. 

 EMPEZAR UN LIBRO: 

No es solo el olor, ese maravilloso aroma a aventuras por leer. Que también. Es una especie de ritual. Me di cuenta ayer. Terminé "Fin de temporada" de Íñigo Martínez de Pisón. Que si algo me ha demostrado, vais a perdonarme la arrogancia, es que no estoy tan lejos de los profesionales de la literatura. Al menos de algunos. Tenía diez minutos y podía empezar una nueva. De las que tengo en la recámara me he decantado por Ray Loriga, porque el título, "Cualquier verano es un final" me tiene fascinado. Tenía el libro en la mano y me pareció que 10 minutos de lectura era un desprecio. Esa primera página me gusta leerla después de oler el libro, de acariciar la tapa, de ver la portada con detalle, recordar lecturas anteriores del mismo autor, cotillear por la red si hay películas, premios, respirar hondo y lanzarme a la aventura. Diez minutos es una falta de respeto. Así que ahí la tengo, deseando terminar la jornada laboral, que incluye las tareas propias de mi condición de padre y amo de casa, y encontrar como mínimo media hora de tranquilidad, quizá con algo de música, con suerte con mi peludo sentado, cerquita, para que pueda rascarlo entre página y página. Entonces sí, entonces tendremos tiempo para empezar la lectura de un nuevo libro. El único riesgo es que se me cruce alguna ocurrencia audiovisual que me robe el ocio...y barruntan, en ese sentido, tormentas de chascarrillo.

 LOS MADRILEÑOS: 

En esto del resultado electoral he optado por no melodramatizar, por ser realista y a la par consecuente. Para mi la ejecución de un gobierno se sustenta sobre tres pilares fundamentales: impuestos, educación y sanidad. Y los madrileños queremos una bajada generalizada de impuestos sin importar el rango de ingresos, con lo que de forma neta quien más gana deja de pagar más; queremos una educación tendente al ámbito privado, con la pauperización sistemática de los centros públicos y la subvención creciente de los privados, ya sea por concertados o por privados; y también queremos una sanidad privada, siguiendo el modelo anteriormente dicho, con una de las comunidades con menor inversión en sanidad (y educación) de toda España. De este modo queremos, en un futuro, que nuestros hijos se tengan que hipotecar, si o si, para poder acceder a la universidad y si no tienen un seguro privado, que se mueran en la puerta de un hospital por una apendicitis. ¿Os suena este modelo? Sale mucho en las series y películas americanas. Esto es lo que queremos. Y no lo digo yo, lo hemos dicho los madrileños, urnas mediante. 

Y se empieza a notar...