ETA Y LOS LÍMITES:
"Los cimientos de esta ley (de vivienda) se levantan sobre las cenizas del centro comercial Hipercor."
No lo digo yo, lo dice Pedrito, senador del PP. Han visto luz al final del túnel de una posible campaña torcida y se han lanzado como hienas. En el camino se llevan su dignidad, que venía muy mermada de serie, y la de las víctimas, que no se merecen una caterva de políticos tan rastreros. Es de recibo aguantar las tontadas de la gran mayoría de los políticos sobre ETA. Es el truco del trilero, que te lleva por aquí para que no veas lo que hay por allá. Nada nuevo, porque ya los conocemos, sabemos que ellos son dueños de la historia y que la pueden utilizar, incluyendo el dolor, cuando y como quieran. Un hijo de 90 años intentando, no ya encontrar a los culpables de su asesinato, sino una simple cuneta en la que cavar para hallar el cadáver de su padre, es un rencoroso. En cambio, un político relacionando una ley de vivienda con un atentado de hace 36 años no es, sino, un tipo que defiende la dignidad y que, por ello, merece nuestro voto. Todos vamos con nuestra cojera de serie y queremos escuchar lo que nos interesa. Pero no tenemos por qué aguantarlo todo. En política, incluso en elecciones, hay un límite. Al menos a mi me gustaría pensar que lo hay, pero yo soy de naturaleza ingenua.
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