FALTA DE RESPETO AL DEPORTE FEMENINO.
Yo, si tuviera un torneo con mi nombre, ni se me ocurriría despreciarlo, allí estaría el día que tocara para la entrega de premios en la final de la Copa Larrey. Pero sobra un r en este planteamiento, y falta una terminación en na. Bueno, en realidad lo que falta es respeto. Que la reina no estuviera entregando la copa de la Reina refleja, sin medias tintas, como la Monarquía está fuera de la sociedad, por activa y por pasiva; su anacronismo es lacerante cuando lo ves en la praxis. ¿Qué otra cosa más importante tenía que hacer nuestra querida monarca? Pero claro, menudo frío, y lloviendo, y allí, en Leganés, el sur...El mundo del fútbol, y el deporte en general, impulsado por un sentir general en la sociedad, está intentando visibilizar la competición femenina, luchando por su profesionalidad y equiparación a niveles como el salarial con su hermano el masculino. Pero la reina y por tanto la monarquía no parece escuchar el mensaje. La falta de respeto retrata siempre al ejecutor. La reina ha faltado al respeto a todas las mujeres que en España practican fútbol, y por asimilación a todas las mujeres, y por lógica al conjunto de la sociedad. Soy anti monárquico por principio, pero si no lo fuera, con estos reyes, me costaría mucho, mucho, mucho ser monárquico.