el trastero de la imaginación

 DE EMPRESARIOS...OTRA VEZ:

Ferrovial ha decidido trasladar su sede fuera de nuestras fronteras. Poco importa que gran parte de su riqueza tenga que ver con la obra pública. Tampoco pongamos sobre el tapete los millones en ayudas. Es legal. Incluso legítimo y moral. De verdad, no pongo comillas porque no es una ironía. Una empresa es una entidad privada con ánimo de lucro, por tanto, todo lo que haga dentro de la legalidad por aumentar su riqueza no solo será legítimo, sino natural y esperable. Otra cosa es el marco legal, pero de eso hablamos otro día. A lo que voy es a las banderitas y el patriotismo. Un empresario que decide sacar su empresa de España jamás podrá defender su patriotismo. Igual que un deportista que traslada su residencia a Luxemburgo por cuestiones fiscales debería pensarse mucho lo de usar la bandera como salvoconducto. Lleven pulseritas o se les pongan los pelos como escarpias cuando suene el himno, patriotismo cero. Y como yo me codeo poco o nada con empresarios o deportistas de élite, poco puedo hincar el diente en esa cojera. Ahora, sí que conozco a no pocos curritos que sacan las castañas del fuego a estos falsos patriotas, que culpan al gobierno en lugar de ahondar en lo evidente, y es la escala de valores de quien se marcha fuera para pagar menos, sea Ferrovial o un youtuber, en el mismo saco todos. Esos son los que me dan pena, los que rozan el salario mínimo y no quieren que se suba y son capaces de alzar la voz y enfangarse en una disputa para defender el patriotismo de los Amancios y compañía. Esos sí que duelen, porque son muchos, votan y lo que votan me afecta en lo personal. A mi Ferrovial, me la pela, perdonadme la franqueza, pero llegados a cierta edad las medias tintas urtican. Además, quizá sea el momento de poner el foco en aquellas empresas que, pudiendo hacer un Ferrovial, siguen cotizando en España, hablemos del verdadero patriotismo de una vez...