¡A LA GUERRA!
Vale. Rusia viene de una tradición dictatorial al estilo Este y ahora es gobernada por un ególatra, que va de más a mucho más. Pero no deja de ser un país demócrata (ya sé, le definición de democracia es tan laxa que cualquiera está invitado a la fiesta...) que participa del juego político de occidente con cierta normalidad. Que monte un sarao bélico a estas alturas de la película, cuando creíamos haber madurado lo suficiente a este lado del Globo, no dejó de ser una advertencia. Aunque él nunca la llamó guerra, y eso a mí me escamaba, porque pillar armamento, soldados y demás parafernalia y liarse a matar a otros a mí siempre me pareció una guerra. Y resulta que este detalle es bastante relevante. Porque si Putin, (el hijo de) decide que esto es una guerra la cosa cambia. Y eso me hace regresar el inicio, estamos hablando de un país cualquiera, como el tuyo y el mío si eres europeo...Pues si se trata de una guerra legalmente ciudadanos como yo en Rusia estarán llamados a filas y estarán obligados por ley a coger las armas y matar a un enemigo al que ni conoce ni probablemente odie lo más mínimo. Y de no hacerlo incurriría en penas de cárcel. Y yo, que como dice El Kanka, de puro cobarde soy pacifista, no me imagino enfangado en una trinchera, así que no me quedaría más alternativa que desertar, huir de mi propio país, convirtiéndome en un traidor a una patria a la que ni le importo ni le importaré jamás salvo para rendir cuentas. Ver para creer, por lo visto avanzamos mucho en ciencia, dron mediante, pero lo que es en humanidad, vamos como los cangrejos.
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