La gestión mediática del trágico accidente ferroviario que nos ha descolocado esta semana ha sido nefasta. Vomitiva en algunos casos como en el de La Razón, panfleto que sacó en su edición una foto de la vivienda del maquinista, en la que se podía ver el número de portal con una leyenda del tipo "la calle del maquinista amanecía tranquila". ¿Qué esperaban?¿o es que era una invitación? Los intereses económicos que circulan en torno a la Alta Velocidad, un producto tan exportable, el paradigma de la españolidad moderna, hace que los medios afines al gobierno naveguen por la ponzoña con una impunidad vergonzante. Retuercen la realidad, la fraccionan, la esconden y la muestran como tahures al servicio de la voz de su amo marianín, con una serenidad que sonroja a muchos, entre los que me encuentro. La única forma en la que se podía haber gestionado una titular en las primeras horas era un tren descarrila, el juez y la investigación determinará la velocidad, los culpables y su grado de implicación en el trágico accidente. Mencionar a los pocos minutos la velocidad, el maquinista, su puto twitter y la madre que lo fundó, no es más que echar mierda para que no corra peligro la inversión. Que la niña no se manche, que la niña no se manche, gritaban por las redacciones, buscando entre la basura. Asco me da. Mucho. Menos mal que, para consuelo de muchos, nos queda el ciudadano medio y su ejemplar solidaridad, su entereza, y la de los funcionarios públicos (sanitarios, bomberos, policía) que lo dieron todo para minimiza la tragedia sin preocuparse de los titulares. Menos mal.
31 de julio de 2013
26 de julio de 2013
25 de julio de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO (El poeta de guardia)
Regreso al Nacionalcatolicismo
–¿Acaso cree que puede
amparado en los votos
de algún que otro fascista
y una legión de lerdos
hacer y deshacer
a su maldito antojo?
–Podría, si quisiera,
hacer y deshacer
lo que me venga en gana.
Pero en lo relativo
a hacer, nada de nada;
las cosas como dios
manda sólo se alcanzan
deshaciendo.
(Penélope bastarda
desteje lo que tanto
a otros costó ir tejiendo).
24 de julio de 2013
TOROS Y CORNUDOS
Los recientes Sanfermines han generado una interesante y espero que nutritiva polémica: que se resume en una imagen, la de una mujer borracha en hombros zarandeada y envinada por la bravía machodumbre (de macho). No censuro esa especie de ritual paralelo, pero tampoco digo que si fuera padre de una niña celebrara con vítores que mi hija decidiera participar de semejante exhibicionismo etílico, ni que me dejara indiferente que lo hiciera la hija de un amigo o mi propia sobrina. No, lo cual me lleva a pensar en las padres de esas niñas, o incluso en los compañeros de universidad y hasta de trabajo. Los jefes, los empleados... quizá los periódicos deberían pensárselo antes de airear estas imágenes sin un míselo pixel. Todo el mundo tiene derecho a hacer alguna que otra locura y que no trascienda. Amén de esto, la situación es simple: una mujer libre, en un pais libre, decide en un momento puntual, llevada por la lujuria del vino y la fiesta, subirse a hombros de un amigo y enseñar los pechos a los presentes. Dentro del marco en el que tiene lugar, es hasta lógico, y puede que divertido. Ni siquiera me arriesgaría a tacharlo de sexista. No es el único lugar en el mundo en el que la fiesta lleva a enseñar los pechos como ocurre en el Mardi Gras (M.Orleans), donde las mujeres lucen divertidas los collares que logran eseñando sus mamas. Pues eso parece que aquí legitima a cierto cavernario grupo a desnudar y manosear a la susodicha incauta. Si no le gusta, que no se suba, dicen los más machos. Saben a lo que vienen, se jactan otros. Amén de lo antierótico que puede ser meter mano en colectivo, sin saber si fue teta, rodilla o culo lo que te tocó en suerte, ¿quién o qué da derecho a estos picha cortas a tomar la iniciativa de cambiar imagen por tacto? Eso es como ir babeando por una playa nudista metiendo las narices entre las piernas, señorita, no esté usted en pelotas al aire libre. De esto a volver a los tiempos en los que una minifalda era una provocación atenuante en caso de violación nos quedan dos Gallardonianos pasos. Volveremos a las cavernas arrastrando a nuestras esposas de los pelos antes de que nos demos cuenta. Me dan ganas de aplicar este principio en la calle, así si pillo a alguno de estos en chandal ponerme a dar palmadas a su lado como un loco ¡corre, corre, corre! ¿no vas en chándal para hacer deporte?. Al que lleve camiseta de rugby, placaje salvaje que te crío. Al que lleve camiseta de los Bulls: antideportiva al canto ¿sigo? Es más, me imagino a uno de estos siendo sodomizado en plena calle por un osito lujurioso...¡ no haberte pasado por Chueca !
19 de julio de 2013
LAS PREGUNTAS DEL PEQUE
- ¿Y cómo se llama ese compañero del campamento?
- No sé, lleva gorra.
- Pues es importante acordarse de los nombres.
- Ya sabes que yo no soy muy de recordar.
Hugo, cinco años.
- No sé, lleva gorra.
- Pues es importante acordarse de los nombres.
- Ya sabes que yo no soy muy de recordar.
Hugo, cinco años.
18 de julio de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO (El poema de Rafa)
Acostumbran, los cobardes, a ser las más abyectas alimañas
A fin de al español postrar de hinojos,
gobierna a rajatabla con dictados
de la opresora Troika –desalmados
armados con cerriles trampantojos–:
es un guiñol “rajao”. Vil, a los rojos
detesta aun más que sus antepasados
–caciques largo tiempo dedicados
con saña a asesinar y echar cerrojos.
Gozó, en cajas de puros, a manojos,
según presuntos hechos declarados
al juez, de sobresueldos. Cuántos ojos
y oídos, por tanto, en él se hallan fijados, aguardando respuestas. Sin arrojos, se muda en plasma o labios bien sellados.
17 de julio de 2013
ANÓNIMOS
Ocurre cíclicamente. Entran en el blog (o entra, al ser anónimo...), dejan su ponzoña, buscan el conflicto y desaparecen. Una tormenta de mala baba de corta duración. Ocurre en otros blogs, no me siento nada especial por ello. Esta vez ha lanzado sus dardos contra mi supuesto talento, censurando mi poca mordacidaz, mi nulo ingenio y mi corrección política, que al parecer me aboca a la vulgaridad. Además ha pretendido insultarme llamándome funcionario, lo cual no sé como tomarme. Y es tentador dejarse llevar por el espíritu Vitorino y entrar al trapo, pero ¿para qué? Como decía mi abuela, que no quería ser escritora (ni falta que le hacía): en el pecado ya tiene la penitencia. Aunque no deja de ser curioso que estos adalides de la ingeniosa y buena literatura, como oposición a la española que se precie, no ofrecen alternativa alguna. No veo que tras dejar a la altura del barro mi rinconcito me ofrezcan otro y me digan, mira, mira como se hacen las cosas y aprende, chavalito. En todo caso me regalan frases tan incomprensibles como “sin embargo todo va está bastante más jodido cada dia”. Me recuerdan a algunos compañeros de trabajo con los que como. Compartimos plato, ven que yo lo degusto con normalidad y empiezan a echar pestes sobre él, que si es incomible, que cómo puedo echarle la cuchara a semejante bazofia. Me parece una falta de respeto ¿Y por qué digo esto? Porque este tipo de lector, que se atreve a transformar en roña lo que escribo, está diciendo a los demás lectores (que los tengo) que son comedores de mierda, lectores de lo vulgar ¿Quién se cree él para decir a esas setenta u ochenta personas que no tienen criterio para elegir los lugares a los que entran? Esa arrogancia siempre me ha parecido macarrismo de picha corta de patio de colegio. Intenta faltarme al respeto, pero lo hace a aquellos que deciden dedicar tiempo a lo que escribo. No vendo el Trastero como una isla indispensable de la blogsfera, nunca lo he hecho y nunca lo haré. Así que la soberbia de entrar en mi casa y censurarme es un gasto energético innecesario. Eso sí, divierte imaginar el perfil de persona que hay detrás. Ese juego sí que es nutritivo. Ahora, amigo anónimo, me guardo el legítimo derecho a reservar para mis novelas el resultado y como ya sabes que soy un pésimo escritor no correrás el riesgo de que editor alguno saque a la luz tu personaje.
Nota: ah, "anónimo", ya ha salido a la luz el comentario "censurado"...
Nota: ah, "anónimo", ya ha salido a la luz el comentario "censurado"...
12 de julio de 2013
LAS PREGUNTAS DEL PEQUE
- A las aceitunas se les puede meter de todo, atún, pimientos, anchoas... - Y hueso. Hugo, cuando tenía cuatro años.
11 de julio de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO
ALWAYS FRANCO A Eugenio Merino En este país de mierda que es España se pueden entonar loores y cánticos en pro de aquel fatídico fascista que dio un golpe de estado y tras la guerra -tres años desangrándose la patria- llevó a los paredones a decenas de miles de españoles -los vencidos. Y se puede afirmar que era un arcángel y hasta solicitar del Vaticano -que todo irá llegando- que inicie un expediente a fin de terminar beatificándolo. Y no sucede nada. Pero ¡ni se le ocurra! decir que fue un maldito genocida, un cerdo, un criminal, una alimaña, y menos, con el arte de por medio, usar su imagen para hacer Justicia a la Memoria de los masacrados. Porque, si se le ocurre, corre el riesgo de que un descerebrado admita a trámite la estúpida denuncia que interpongan contra usted los cachorros que mamaron de aquella dictadura. Y ya saben el dicho: Tengas pleito y lo ganes. Nota de El Trastero: Perdón Rafa por la configuración en prosa, blogger no me deja modificar en "redactar" y ya he olvidado por completo mis conocimientos en Java para hacerlo en "html"...
10 de julio de 2013
EL DICHOSO GUASAP
La vida ya no se vive, se guasapea. Y lo digo con rencor de no pertenencia a la clase, que no llamaría envidia todavía. El caso es que la bromita esta de mira que filete me estoy comiendo es la pura rutina. Parece como que si no guasapeas o tuiteas lo que haces es como si no lo hicieras. Recuerdo que cuando comencé en esto de las oficinas, como al final de las vacaciones, una semana después, siempre llegaba alguno con el álbum de cromos de las vacaciones para presumir de lo alto que subió, de lo mucho que visitó o de lo mucho que...Luego llegaron las tiendas de fotos que te las daban en una hora, así que ya no había que esperar a la semana siguiente, sino que incluso el mismo día llegabas con el moreno y la traca fotográfica. Con las cámaras digitales aquello se estandarizó. Y el culmen de lo inmediato es el guasap e intuyo el tuit. Estas vacaciones nos hemos llevado al hijo de unos amigos. Tres añitos de pura risa y vitalidad. El caso es que el pobre parecía estar viviendo la propia película de sus vacaciones en la que todos éramos directores. Me tiro al agua...¡¡¡ no, espera !!! Pilla móvil...¡ ahora ! y zas, mensajito a sus padres: mira como se tira el peque a la piscina. Y quien dice tirarse a la piscina dice subirse a un árbol, comerse un helado, echar una carrera o levantarse sequito de dormir. ¡ Corten ! y guasap que te crío. Cuando devolvimo al pequeño a su seno familiar ya no tenía nada que contarles, ya se lo habíamos guasapeado todo...
5 de julio de 2013
4 de julio de 2013
MÁS ALLÁ DEL ÉXODO (El poeta de guardia)
ARENA
(soneto plagiario)
"¡Nada más que de arena!"
Oliverio Girondo
No me hago en este tránsito a la pena.
No hallo en nadie ni nada ya consuelo
para este deambular de duelo en duelo
sobre un erial de arena y más arena.
Arena en vez de sangre, arena en vena,
arena en la mirada en vez de cielo
rigiendo un horizonte do el anhelo
fuese alivio al cansancio que me aliena.
Arena ahogando el cántico, cegando
las huellas en la arena y el camino
incierto aún por hacer, mudando el sino
en jaula y laberinto, confirmando
que nada hay más que arena, que es la suerte -cruel alea jacta est- arena y muerte.
3 de julio de 2013
BUSCANDO HUECO
Sí, lo reconozco: lo hago. Es como si pensara que los aparcamientos son como las sirenas, esos animalitos mitológicos mitad mujer de portada de sexshop y mitad sardina de culebrón Disney, y esperara escuchar sus cánticos de espacio libre para encontrar un hueco. No lo puedo evitar. Porque si hablara de esto con un amigo en la barra de un bar explicaría ufano que lo de quitar la música o bajarla en el tema aparcamiento es para ahorrarme unos cuantos partes sin contrario, para escuchar de forma más eficiente el sibilino zumbido de las columnas que se mueven en los parking o los malvados bolardos teletransportados de la nada al parachoques de tu bólido. Pero no, es que yo, como si fuera un rastreador del espacio entre dos coches, bajo la música cuando empiezo a buscar sitio. Debe ser que para mí, un urbanita empedernido, eso de buscar un hueco en la selva de asfalto es cosa seria. Quizá algún día se descubra que los sitios para aparcar emiten un sonido a una frecuencia que sólo expertos como yo somos capaces de percibir. Y para ello, claro, hay que bajar la música…Chis, silencio, perdone ¿se marcha...?
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