TER
Tendrá a uno de los mejores cirujanos del mundo. Ese cirujano tendrá al mejor equipo y los mejores medios. La recuperación estará acompañada de igual modo por equipos, humanos y técnicos, punteros. Hará una rehabilitación con todo tipo de máquinas, profesionales y tiempo. Si, pese a todo eso, no logra volver a ejercer su profesión, intuyo que recibirá el pago total de lo que le queda de contrato y es probable que con el colchón económico acumulado hasta hoy pueda vivir sin bajar demasiado el ritmo de vida, él y sus hijos, por muchos que tenga. Pese a todas esas evidencias, cuando ayer vi la lesión de Ter Stegen me dieron ganas de llorar. Llamadme egoísta, que lo soy, pero yo, cuando el portero, inmóvil en el suelo (eso siempre me pone en tensión...) levantaba la mano pidiendo ayuda entre alaridos, no pensé en él, no, lo siento, pensé en mis hijos, a los que tal vez no de tanta gravedad, pero en no pocas ocasiones les he visto en la misma tesitura, parando obligatoriamente su actividad deportiva por una lesión. Sé lo que es eso. Lo entiendo perfectamente, así que la empatía sale de serie.
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