IMIGRANTES:
Circula por ahí una corriente que defiende la necesidad, por cuestiones económicas, de realizar una regularización masiva de inmigrantes. Ya sabéis, mano de obra y más recaudación impositiva. El caso es que yo tendría mucha cautela con este tipo de iniciativas. Se puede dar el caso de que aceptemos la presencia de una persona nacida en el extranjero, que se le de la nacionalidad española, que se le forme con fondos públicos de manera gratuita, una formación hasta exclusiva y al alcance de muy pocos, que después trabaje para el Estado, con una condiciones únicas, un salario impensable para cualquier vecino y que después nos lo agradezca robando, enriqueciéndose y que cuando la justicia sea consciente de ello, huya al extranjero para no responder de sus delitos, llevándose con él la riqueza ilegalmente acumulada. Y esta no es una historia hipotética o inventada; no, no, que es una historia muy real, Real con mayúsculas. Eso sí, si queréis más datos, tendréis que acudir a Abu Dabi...
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