RESPUESTAS COMPLICADAS:
El castellano es difícil, eso lo sabe el guiri que estudia en la academia Sígueme de Londres y termina haciendo su primer viaje a Jaen. Pero que no se inquiete James, que es difícil hasta para los españoles. En lo más simple. Os pongo un sencillo ejemplo: ¿no hay preguntas cuya respuesta, siempre, siempre, genera confusión? Y no me refiero a cuando tu pareja te pregunta si el vestido la hace gorda, eso pertenece a otro departamento. Os comento dos que, se responda lo que se responda, rara vez se entiende. Seguro que os ha pasado, ya sea como el que busca, como el que tiene. Estás en una terraza, hay más personas para sentarse que sillas. Miras a un lado y a otro y encuentras a dos tipos con tres sillas. Te acercas, preguntas ¿está ocupada? ¿Tenéis clara la respuesta a la primera? Porque quizá ellos esperan la pregunta de ¿me puedo llevar la silla? y no terminan de escuchar la tuya. Entonces ese no, no tienes claro si es que no está ocupada y sí te la puedes llevar o que no te la puedes llevar porque sí está ocupada. Aparentemente no hay motivo para la confusión, por eso digo que el castellano es complejo, porque me ha pasado tantas veces que me niego a pensar que soy el único. Y voy con la segunda. Esa no entiendo como no genera un conflicto constante, porque la respuesta en modo monosílabo, que suele ser la habitual, es imposible que se entienda a la primera. Me refiero al tipo de preguntas que empiezan con el ¿Sabes si? Por ejemplo: ¿Sabes si Larrey ha publicado hoy su artículo en El Trastero? Si respondes que sí, ¿qué respondes?¿que sí lo sabes o que sí lo ha publicado? Con el no, la duda es la misma, ¿no lo sabes o no lo ha publicado? Así que, querido Guiri, no eres tú, es nuestro maravilloso y alambicado idioma.
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