21 de noviembre de 2013

MÁS ALLÁ DEL ÉXODO (El poeta de guardia)


ALMAS JEMERES



No hay nada que juzgar. Pol Pot no fue

jamás un dictador ni un genocida.

Fue más que nada un héroe

que arrancó, gobernando con firmeza,

la patria de las sucias

zarpas de los traidores.

Los desaparecidos, los cadáveres

o aquellos que sufrieron

de exilio o de tortura

fueron el sacrificio necesario,

eso que ahora llamamos daños colaterales, para una patria grande, unida y libre.

Por supuesto que a todo

aquel que lea estos versos

habrán de parecerle, cuando menos,

un vasto, ingnominioso despropósito

merecedor del más grande desprecio.

Rectifiquemos, pues, y, pretendiendo

la aprobación del público,

comencemos de nuevo.

No hay nada que juzgar. Francisco Franco...

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